La
semana pasada el Banco Central de la República Dominicana anunció que comenzará
a aplicar en este año 2012 una política monetaria basada en “metas explícitas
de inflación.” En ese régimen las autoridades monetarias tratan de lograr una
meta de inflación previamente anunciada para el mediano plazo. En el caso
dominicano, el Banco Central estableció como meta de inflación un valor que
oscila entre 5.5% (corto plazo) y 4% (largo plazo).
La
estrategia de política monetaria que históricamente ha aplicado el Banco
Central es muy diferente. Un simple análisis de la evolución del tipo de cambio
nominal en los últimos años revela que éste ha sido el ancla nominal que ha
usado el Banco Central para mantener una tasa de inflación estable. La política
monetaria ajustaba los instrumentos monetarios –como el crédito doméstico neto,
las reservas internacionales netas y la tasa de interés- en las cantidades
necesarias para mantener el tipo de cambio en una trayectoria de devaluación
leve. Y de esa manera influía sobre la tasa de inflación. Hasta el anuncio de
las autoridades monetarias lo importante era el tipo de cambio, no la tasa de
inflación.
Los
profesores Ben Bernanke (Universidad de Princeton y Presidente de la Reserva
Federal de los Estados Unidos) y Frederic Mishkin (Universidad de Columbia)
presentan los siguientes elementos de un régimen de metas de inflación. El anuncio
de las metas numéricas de la inflación de mediano plazo. La declaración de las
autoridades monetarias de la existencia de un compromiso institucional con la
estabilidad de precios como el principal objetivo de la política monetaria. Una
estrategia de comunicación basada en la transparencia del manejo de los
instrumentos de política monetaria. Rendición de cuentas del Banco Central con
relación al cumplimiento de las metas de inflación. En resumen, un fuerte compromiso y mucha
transparencia son elementos necesarios para lograr que los agentes económicos
crean que se alcanzará la meta de inflación y, en consecuencia, tomen sus
decisiones (e.g., de ajustes de precios y salarios) en base a ese objetivo.
En
el caso dominicano, el Banco Central deberá publicar las minutas del Comité de
Operaciones de Mercado Abierto, así como las que se originan de las discusiones
de la Junta Monetaria. El comunicado del COMA que actualmente se publica debe
ser más detallado. Debe permitir a los agentes económicos la información
suficiente para que estos puedan evaluar si el Banco Central está en capacidad
o no de alcanzar la inflación objetivo.
La
aplicación de las metas de inflación implica el uso de modelos econométricos que
permitan relacionar los instrumentos de política monetaria con la tasa de
inflación. Entre los instrumentos más utilizados se encuentran: la tasa de
interés overnight (la que paga el Banco Central sobre los depósitos de los
bancos en el muy corto plazo), la tasa de interés lombarda (la que cobra el Banco
Central), las operaciones de mercado abierto (e.g., compra y venta de títulos
financieros del Estado) y el encaje legal, entre otros.
La
regla de Taylor (del profesor John Taylor de la Universidad de Stanford) podría
ser utilizada por el Banco Central. Esa regla ajusta la tasa de interés nominal
(de corto plazo) de manera que se logre minimizar la distancia entre la tasa de
inflación objetivo y la observada, y se logre simultáneamente una tasa de
crecimiento económico que sea sostenible en el largo plazo. En los países con
metas de inflación la regla de Taylor revela una relación positiva entre la
probabilidad de que aumente las tasas de interés y la desviación de la tasa de
inflación observada respecto a la meta. De esto se desprende que es posible usar
la regla de Taylor como un componente importante del régimen de metas de
inflación.
La pregunta que
deben contestar las autoridades monetarias dominicanas es la siguiente: ¿Al
utilizar las metas de inflación se olvidaría el Banco Central de las metas del
crecimiento económico sostenido? Y con relación al tipo de cambio: ¿Seguirá la
flotación sucia o lo dejará que fluctúe libremente?
La experiencia de
los países que han aplicado las metas de inflación es positiva. Por lo general,
han logrado resultados macroeconómicos positivos, caracterizados por una tasa
de inflación baja y por una tasa de crecimiento económico relativamente
estable.
No obstante, Christopher
Sims, profesor de la Universidad de Princeton y Premio Nobel de Economía, recomienda
cautela. En uno de sus numerosos trabajos analíticos demostró que un Banco
Central que no tenga el respaldo del gobierno tiene menos posibilidades de
aplicar exitosamente una política monetaria basada en reglas de inflación que
un Banco Central que cuente con el pleno respaldo del gobierno. Esa realidad
aplica al caso dominicano.
Si se desea que el
Banco Central pueda lograr la meta de inflación propuesta, el Gobierno
Dominicano debe tener unas finanzas públicas que no presionen excesivamente
sobre la demanda agregada y, en consecuencia, sobre las tasas de interés. Frederic
Mishkin afirma que “en el largo plazo, déficit fiscales elevados eventualmente
serían monetizados o la deuda pública erosionada por una gran devaluación, y luego
se registraría una alta inflación.” En ese caso el régimen de metas de inflación colapsaría. Por ese motivo, en el caso dominicano es imprescindible mejorar el
balance de las finanzas públicas si es que se quiere tener un esquema de
política monetaria de metas de inflación exitoso.
Una observación. Independientemente del régimen monetario adoptado (i.e.: Metas Inflación, Metas monetarias, Tipo de Cambio como ancla nominal) es deseable que exista coordinación entre la política monetaria y la política fiscal. Sin embargo, algo que no mencionaría Mishkin es la coordinación de la política monetaria con la “política de endeudamiento”, ya que en ninguna economía avanzada el Banco Central emite títulos compitiendo con el Ministerio de Hacienda, auspiciados por una ley de recapitalización, como es el caso de R.D. Entiendo que este último problema de coordinación es un tema que pudiera restarle cierta credibilidad al BCRD en cuanto a la ejecución de su PM ya que la tasa de interés (implícitamente la cantidad de dinero) no estaría determinada únicamente por los desvíos de la inflación respecto de su meta y/o la brecha de producto (como indicaría una regla de Taylor), sino que existiría una emisión de dinero paralela satisfaciendo un objetivo alternativo, en rigor, honrar los vencimientos de los certificados del BCRD que no sean cubiertos por las transferencias que realiza Hacienda. Sería interesante conocer tus comentarios sobre esto. Saludos.
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