[Escrito el 29 de junio de 2015]
Un
interesante artículo, escrito por profesores de la Universidad de
California-Davis y la Universidad de Bonn, demuestra que las burbujas de
precios de activos son más peligrosas cuando se fundamentan en un
sobreendeudamiento. En otras palabras, la combinación de un crecimiento
excesivo del crédito destinado a operaciones especulativas que elevan el precio
de los activos –como los bienes raíces- provoca pérdidas enormes.
Òscar
Jordá, Moritz Schularick y Alan Taylor estudiaron las burbujas de los mercados
de bienes raíces y de acciones en 17 países a lo largo de un período de 140
años. Su estudio demuestra que las burbujas más peligrosas son las que se
combinan con un excesivo nivel de deuda, pues elevan el riesgo financiero a
niveles tales que cuando explotan provocan recesiones profundas y
recuperaciones muy lentas.
La
investigación de esos profesores cobra una gran importancia debido a que la
crisis de 2008 fue el resultado de una burbuja de precios de bienes raíces,
alimentada por un boom crediticio, que cuando explotó provocó un enorme costo
económico. El profesor de la Universidad de California en Berkeley, Bradford
Delong, calcula que la burbuja de los bienes raíces creada entre 2002 y 2006
fue pequeña comparada con el costo de 1.8 millones de millones de dólares que
anualmente se perdieron en Estados Unidos y en Europa desde la crisis de 2008.
De esa
evidencia se desprenden lecciones de políticas macro-financieras.
Específicamente, hay que ser muy cuidadoso con los crecimientos excesivos del
crédito y supervisar adecuadamente su influencia sobre el precio de los activos.
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