El viernes pasado la calificadora de riesgos Standard &
Poor’s rebajó la calificación de los Países Bajos a AA+ debido a la disminución
de su tasa de crecimiento del PIB, la cual se estima será de 0.2% en 2014. De
acuerdo a esa entidad, hasta 2017 no se alcanzará el ritmo de crecimiento de
1.8% registrado en 2008.
Los analistas señalan que la adopción de medidas de
austeridad, en particular los incrementos de impuestos, disminuyó la capacidad
de demanda de los hogares holandeses. Esto se agravó por el hecho de que esos
agentes económicos acumularon una elevada deuda hipotecaria que, ante la caída
de un 20% en el valor de las viviendas, disminuyó la demanda de bienes y
servicios.
El gobierno holandés ha tomado la rebaja de su calificación
como un reto. Las autoridades afirman que continuarán impulsando la ejecución
de reformas estructurales que mejoren la capacidad de crecimiento. Una de las
reformas más importantes es la del mercado laboral, la cual reduciría la tasa
de desempleo actual de 8.5%.
Cabe resaltar que esas medidas mejorarían todavía más su
extraordinario desempeño externo que se expresa en un superávit de cuenta
corriente de 9.9% del PIB. Además,
permitirían disminuir el déficit de 3.5% del PIB que afecta sus finanzas
públicas.
La meta de esas reformas es acelerar el ritmo de crecimiento
económico y demostrar a Standard & Poor’s que la economía de los Países
Bajos sigue siendo AAA.
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