Los mercados bursátiles y de divisas de los países
emergentes están siendo afectados por el retiro de inversionistas
internacionales ante la expectativa de finalización de los tiempos de dinero
fácil.
La reducción de la magnitud del programa de compras de bonos por la
Reserva Federal ha incrementado las tasas de interés en los países
desarrollados, haciendo más rentable para los inversionistas adquirir títulos
de renta fija en esos países.
El retiro de esos recursos internacionales de los mercados
emergentes ha reducido el precio de las acciones y de los bonos, provocando la pérdida de valor
de sus monedas en los últimos 12 meses. Argentina, 21.2%; Brasil, 19.8%; India,
15.9%; Indonesia, 13.5%; Chile, 7.1%; Venezuela, 46.6%; África del Sur, 24.1%;
y Perú, 8.1%.
Ante esa situación los bancos centrales de los países
emergentes han estado adoptando medidas para frenar la volatilidad de sus
monedas. Brasil está en proceso de vender 500 millones de dólares. Turquía
subastó 350 millones de dólares e incrementó sus tasas de interés. Indonesia
está preparando medidas que probablemente incluirán ventas de divisas, aumentos
de tasas de interés y restricción de liquidez.
Algo a tomar en consideración es
que el objetivo no es alcanzar o mantener un determinado tipo de cambio, sino
moderar las oscilaciones cambiarias.
Los expertos afirman que ese comportamiento a la baja de las
monedas de los países emergentes se mantendrá hasta que se sepa, probablemente
en septiembre, si la Reserva Federal inicia o no el desmonte de su programa de
compra de bonos. Mientras tanto hay que hacer lo mejor posible para amortiguar
la volatilidad cambiaria, sin que ello provoque una contracción económica.
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