[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 6 de mayo de 2024]
El desempeño de la actividad productiva de Estados Unidos es clave para
la economía dominicana. Estudios econométricos permiten señalar que cuando el
producto interno bruto (PIB) estadounidense se expande en un punto porcentual
el producto de la República Dominicana registra, por lo general, una variación
entre 1.5 y 2.5 puntos porcentuales.
Las exportaciones e importaciones de bienes de consumo y de capital, las
remesas familiares, los ingresos por turismo, la inversión financiera, la
inversión real directa y la tasa de interés de política monetaria son algunos
de los canales a través de los cuales se materializa la influencia de la
política económica estadounidense, sea fiscal o monetaria, sobre la economía
nacional.
En marzo de 2022, la Reserva Federal inició el cambio de postura
monetaria hacia una más restrictiva al subir su tasa de interés de referencia.
A partir de agosto de 2023 colocó esa tasa dentro del rango que va de 5.25% a
5.5%, que es el nivel más alto en 23 años. El objetivo de ese apriete monetario
es reducir la tasa de inflación, que llegó a un pico de 9% en junio de 2022,
muy por encima de la meta del 2%.
Debe destacarse que, a pesar de la política monetaria restrictiva
aplicada por la Reserva Federal, la economía real ha tenido un buen desempeño. De
acuerdo con los estimados del Fondo Monetario Internacional (FMI), el PIB se
expandió en 2.5% en 2023. Al mismo tiempo, el mercado laboral se ha mantenido
en pleno empleo, con una tasa de desocupación por debajo del 4%, registrando
los salarios por hora variaciones interanuales entre 4% y 6% por un tiempo
prolongado.
Esos resultados económicos son interpretados por los expertos académicos
y los hacedores de política como un logro extraordinario porque hasta noviembre
del año pasado la tasa de inflación, medida por la variación interanual del
índice de precios al consumidor, mostró una tendencia descendente sin que la
actividad productiva exhibiese una desaceleración importante o una recesión
como usualmente provoca el apriete monetario.
De manera inesperada, en los primeros tres meses de 2024 se ha
registrado un aumento de la tasa de inflación, alejándose de la meta del 2%.
Ese resultado ha llevado a Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, a
declarar que su lucha contra la inflación no ha concluido, por lo cual se ha
decidido posponer la fecha de inicio del ciclo de reducción de la tasa de
interés de referencia. Esa decisión ha revertido el comportamiento descendente
que desde finales del año pasado exhibieron las tasas de interés, colocándose
nuevamente en niveles, como el 7% de las tasas hipotecarias, que atentan contra
el buen desempeño de las actividades productivas.
En base a los datos del primer trimestre de 2024 se puede inferir que la
economía estadounidense se está debilitando. El PIB se expandió apenas 1.6% en
ese período con relación al trimestre anterior, variación que quedó muy por
debajo del 2.4% que esperaba el mercado. Ese pobre resultado contrasta
considerablemente con la proyección de crecimiento de 2.7% que realizó el FMI
para esa economía.
El ritmo de creación de empleo en abril se redujo en Estados Unidos. De
acuerdo con el Departamento de Trabajo, en ese mes se crearon 175 mil puestos laborales,
cifra que quedó por debajo de los 240 mil que el mercado había estimado para el
mes pasado y cantidad mucho menor que los 300 mil puestos de trabajo creados en
marzo. Un menor ritmo de nuevas oportunidades de empleo se tradujo en una tasa
de desocupación que subió de 3.8% en marzo a 3.9% en abril. Además, el salario
por hora experimentó una reducción de su tasa de crecimiento interanual de 4.1%
a 3.9% en el mismo período. Esos datos, que sugieren un enfriamiento del
mercado laboral, son consistentes con la desaceleración que registró la
actividad productiva en el primer trimestre del año.
Algunos analistas señalan que lo bueno del enfriamiento del mercado
laboral es que reanima las expectativas de que será en el verano cuando inicie
el ciclo de ajuste a la baja de la tasa de interés de referencia de la Reserva
Federal. De acuerdo con las estimaciones más recientes, septiembre 18 es la
fecha con mayor probabilidad de que inicie ese ajuste. Esto implica que durante
los próximos cuatro meses se mantendrá una política monetaria que tenderá a
reducir la inversión y el consumo en Estados Unidos, presionando a la baja la
tasa de crecimiento del PIB.
En ese contexto cabe señalar que si la economía estadounidense sigue
mostrando una desaceleración económica, al mismo tiempo que se mantiene hasta
septiembre o más allá la tasa de interés de referencia alrededor de 5.3%, se haría
más negativo el entorno para la economía dominicana.
El sostenimiento de una política monetaria restrictiva por la Reserva
Federal limita el margen de maniobra del Banco Central de la República
Dominicana, que ha tenido que aplicar una política monetaria restrictiva más
allá de lo necesario porque si no lo hace se registraría una depreciación acelerada
del peso frente al dólar. Esa política monetaria restrictiva, que se ejecutó en
los primeros cuatro meses de 2024 para revertir la depreciación del peso,
reduciría la demanda agregada y el crecimiento de las actividades productivas
del país.
La disminución del ritmo de crecimiento del PIB de Estados Unidos, el
aumento de la tasa de desocupación y la disminución del ritmo de aumento del
salario por hora serían eventos que influirían negativamente sobre las
exportaciones nacionales y de zonas francas, reducirían el nivel de las remesas
y pudieran disminuir el ritmo de llegada de turistas, impactando negativamente
sobre la expansión del valor agregado sectorial.
Todo lo anterior lleva a concluir que un entorno económico
estadounidense desfavorable, que incluya una prolongada política monetaria
restrictiva, reduciría significativamente la probabilidad de que la República
Dominicana alcance en 2024 la proyección de crecimiento del PIB de 5.4%
realizada por el Fondo Monetario Internacional. Ante esa realidad, reafirmo mi
estimado de que lo más probable es que la tasa de crecimiento económico se sitúe
entre 4% y 4.5%.