[Escrito el 3 de mayo de 2024]
Un menor ritmo de nuevas oportunidades de
trabajo se tradujo en una tasa de desocupación que subió de 3.8% en marzo a
3.9% en abril. Además, el salario por hora experimentó una pequeña reducción de
su tasa de crecimiento interanual de 4.1% a 3.9% en el mismo período.
Esos datos, que sugieren un enfriamiento del
mercado laboral, son consistentes con la desaceleración que registró la
actividad productiva en el primer trimestre del año. Específicamente, cabe
recordar que en esa parte del año el producto interno bruto se expandió a una
tasa anualizada de 1.6%, quedando por debajo del 2.4% esperado por el mercado.
Algunos analistas señalan que lo bueno de ese
informe del mercado laboral es que reanima las expectativas de que sea en el verano
cuando inicie el ciclo de ajuste a la baja de la tasa de interés de referencia.
De acuerdo con las estimaciones más recientes, septiembre 18 es la fecha con la
mayor probabilidad de inicio de ese ajuste.
El mercado bursátil reaccionó positivamente al enfriamiento del mercado
laboral, pues sugiere que la economía no está sobrecalentada. El Dow avanzó 450
puntos, equivalente a 1.2%; el S&P 500 se incrementó en 1.3% y el Nasdaq
subió un significativo 2%. Ese tipo de reacción tan positivo es un reflejo de
que el mercado tiene expectativas de que la Reserva Federal bajará su tasa de
interés y que esto elevará el valor de los instrumentos financieros de renta
variable, como las acciones. Con relación a los títulos de renta fija, se
registró una reducción de la tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro a diez
años de siete puntos básicos, cerrando en 4.5%.
La posibilidad de que se mantenga ese buen desempeño del mercado
bursátil depende del comportamiento de la inflación en los próximos meses. Si
la variación de precios sigue subiendo entonces se registraría una caída de los
precios de las acciones porque se alejaría la fecha de reducción de la tasa de
interés de referencia de la Reserva Federal.
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