[Escrito el 2 de enero de 2023]
Dado el entorno internacional, caracterizado por la aplicación de una
política monetaria restrictiva casi a nivel global, se puede decir que el
desempeño económico de la República Dominicana fue bueno en 2023.
La tasa de crecimiento del producto interno bruto se proyecta, tal como
habíamos previsto, en 2.3%. La recuperación de las actividades de construcción,
comercio y manufactura, asociada con el cambio de postura de política monetaria
a partir de junio, junto a la sostenida expansión del valor agregado del
turismo, aceleraron el ritmo de crecimiento económico en la segunda parte de
2023.
Esa tasa de crecimiento del producto interno bruto es menor que la mitad
de la tasa de crecimiento potencial, pero es aceptable si se toma en
consideración que el objetivo principal de las autoridades era reducir la tasa
de inflación hasta colocarla dentro del rango meta del 4%±1%. En ese contexto, cabe hacer
un reconocimiento al trabajo de las autoridades monetarias que lograron
disminuir la tasa de inflación de un pico de 9.64% en abril de 2022 hasta
colocarla en el rango meta en mayo de este año. Se proyecta que a diciembre la
tasa interanual se sitúe por debajo del 4%.
Obviamente, ese éxito no significa que los consumidores estén contentos,
pues los precios de los bienes que componen el grupo de alimentos cerrarán el
año con una variación promedio en el entorno del 7%. Esto revela la necesidad
de que las autoridades adopten medidas, principalmente por el lado de la
oferta, que logren estabilizar la tasa de variación de los precios de los
alimentos y disminuir los precios de algunos que tienen una alta ponderación en
el índice de precios al consumidor. Específicamente se debe tratar de mejorar
la productividad del sector agropecuario y al mismo tiempo reducir los márgenes
de intermediación de esos productos para que lleguen al consumidor al menor
precio posible.
Por otro lado, debe destacarse que las finanzas públicas fueron
administradas de forma prudente. Al 22 de diciembre el déficit del Gobierno
Central fue de 2.5% del PIB, por debajo del déficit presupuestado. Esto se
explica por una ejecución del gasto, tanto corriente como de capital, por
debajo de lo establecido en el presupuesto para el año 2023. El gasto de
capital ejecutado se situará alrededor de 2.4% del PIB, un nivel que debe ser
incrementado en los próximos meses dada su importancia para el crecimiento de
la inversión privada, la expansión del producto interno bruto y la creación de
empleos.
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