[Escrito el 23 de noviembre de 2023]
Hace un año comenté que la falta de regulación y de supervisión se
vendía como uno de los beneficios del negocio de los cripto activos. Muchos de
los participantes de ese mercado se regocijaban al decir que sus transacciones
financieras eran rápidas, eficientes y estaban fuera del control de los
gobiernos y de las autoridades monetarias internacionales. Y señalé que miles
de millones de dólares, euros, libras esterlinas fueron colocados en ese
espacio cripto, creando una inmensa burbuja que debió haber explotado hacía
mucho, pero que no lo había hecho porque la promoción basada en celebridades
-deportistas, artistas, modelos-estimuló su expansión y permanencia en el
tiempo.
Justo después se desplomó FTX, una de las principales plataformas de
intercambio de “criptomonedas” que llegó a tener un valor de 32 mil millones de
dólares. Su fundador y principal ejecutivo, Sam Bankman-Fried, ha sido
encontrado culpable de cometer un fraude colosal en contra de los clientes de
FTX y se espera una sentencia que lo coloque de por vida en la cárcel.
En ese mismo comentario indiqué que no me sorprendería que Binance, la
mayor plataforma de criptomonedas del mundo, propiedad de Changpeng Zhao
también colapsara. Esta semana Zhao se declaró culpable de haber violado las
leyes contra lavado de activos en Estados Unidos. Ese crimen lo ha colocado
fuera de Binance y por ese acto ha aceptado pagar una multa de 4.3 miles
millones de dólares, pagar una multa penal de 50 millones de dólares y es
probable que reciba una sentencia que lo lleve a la cárcel.
Las actuaciones de los señores Bankman-Fried y Zhao revelan que las
criptomonedas no cumplen las reglas y funciones de lo que se conoce como
dinero. Lo primero que hay que resaltar es que no son emitidas por un banco
central que las regule y supervise. Las criptomonedas pueden ser emitidas por
cualquier entidad privada. Por otro lado, no cumplen con ser medio de pago
eficiente, pues los costos de transacción son elevados. Tampoco son unidad de
cuenta porque hoy valen 25 y mañana 35, lo cual dificulta definir precios en
base a esos activos. La excesiva volatilidad hace que sea un suicidio económico
utilizar las criptomonedas como depósito de valor, a menos que se utilicen como
una apuesta de casino sin fundamento alguno.
Así las cosas, ¿para qué sirven las criptomonedas? Los actos criminales
de FTX y Binance revelan que esas plataformas de intercambio de criptomonedas
se utilizan fundamentalmente para realizar transacciones ilegales, como lavado
de activos, derivados de operaciones de terrorismo, narcotráfico, corrupción, o
evasión de impuestos. Por eso prefiero que se sigan desarrollando las monedas
digitales respaldadas por bancos centrales, como serían el dólar, el euro o el
peso digitales.
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