[Escrito el 14 de noviembre de 2022]
El colapso de la plataforma de intercambio de criptomonedas FTX hace
recordar la estrepitosa caída de Enron hace más de dos décadas.
A finales de los noventa, Enron tenía un nivel de capitalización de 60 mil
millones de dólares y era la compañía energética líder a escala mundial con
ingresos anuales superiores a los 100 mil millones de dólares. Esa empresa manipuló
su contabilidad y estados financieros, dejando fuera de libros operaciones
específicas con el objetivo de inflar sus beneficios y abultar su nivel de
solvencia, con lo cual elevaba su atractivo en el mercado de capitales.
Los ejecutivos de Enron utilizaron un vehículo financiero, denominado
LJM, para la obtención de financiamiento mediante la emisión de títulos
financieros que pagaban una tasa de interés fija. Esos recursos posteriormente
eran registrados en Enron como si fuese capital, pero en realidad era deuda.
Con esa práctica la compañía presentaba estados financieros con un nivel de
solvencia totalmente inflado, engañando a los adquirientes de sus acciones.
La caída del precio de venta de la energía provocó una reducción de los
márgenes de Enron y destapó el escándalo. El flujo de caja se deterioró y los inversionistas
no quisieron colocar más dinero en la empresa. El 2 de diciembre de 2001 se
declaró en quiebra, revelándose posteriormente que su deuda, que meses antes se
había reportado en libros en 10 mil millones de dólares, ascendía en realidad a
casi 40 mil millones de dólares.
En el caso de FTX, se trata de una empresa colocada en el centro de la
burbuja de las criptomonedas que llegó a estar valorada en 32 mil millones de
dólares a finales de 2021, vendiendo una imagen totalmente falsa. El cambio de
la postura de política monetaria a nivel global de una expansiva a una más
restrictiva, y el descubrimiento de los mecanismos ilegales y super riesgosos
utilizados por esa plataforma de intercambio de cripto activos para abultar su
rentabilidad, provocaron una estampida de inversionistas que desembocó en el colapso
de FTX y de sus empresas aliadas.
Muchos fondos de inversión han quedado atrapados con la caída de FTX, la
cual no posee activos con los cuales compensar a sus acreedores. Decenas de miles
de millones de dólares se han evaporado y falta mucho por caer, incluyendo
otros jugadores de ese mercado, pues la manía de las criptomonedas ha llegado a
su fin, pasando el precio del bitcoin de 68 mil dólares en julio de 2021 a
menos de 17 mil hoy. Lo grave es que no hay un banco central responsable de
organizar rescate alguno. Ante esa experiencia, espero que la nueva etapa de
activos digitales se desarrolle con mayor regulación y supervisión.
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