[Escrito el 1 de julio de 2022]
Las expectativas de inflación constituyen un factor importante en la evolución de la tasa de inflación. Si los agentes económicos piensan que los precios subirán en el futuro, se produce una tendencia al alza de los precios en el presente. Por ese motivo, los bancos centrales tienden a hacer todo lo posible para mantener ancladas las expectativas de inflación.
La credibilidad de la política monetaria es fundamental para el sostenimiento
del anclaje de las expectativas de inflación. La confianza en las decisiones
del organismo emisor se logra y mantiene cuando éste cumple las reglas y
estrategias que aseguran la estabilidad de precios. Un banco central que cede a
las presiones de los políticos, por ejemplo, financiando déficits públicos, emite
una cantidad excesiva de pesos y provoca una tasa de inflación muy por encima
de la meta. En ese escenario la población pierde la confianza en la moneda
nacional y tiende a sustituirla por otra moneda extranjera o por otros activos,
como bienes raíces. El resultado final es inflación y depreciación de la moneda
local.
La evidencia empírica revela que los países que siguen metas explícitas
de inflación logran mantener las expectativas de inflación dentro del rango
meta. En el caso de la República Dominicana, el Banco Central aplica desde 2012
la estrategia de metas explícitas de inflación, la cual en la actualidad
establece un rango meta de 4%±1%. Esto permitió que los dominicanos se
beneficiaran entre diciembre de 2012 y diciembre de 2020 de una previsible y
baja tasa de inflación, que se colocó en promedio anual en 3%. En ese período,
las expectativas de inflación para los próximos doce meses, estimadas por el
Banco Central en base a encuestas aplicadas a expertos, se mantuvieron ancladas
en 3.91%.
A nivel internacional, el cambio de postura de la política monetaria, de
una expansiva a una más restrictiva, tiene como objetivo mantener ancladas las
expectativas de inflación y así asegurar que la tasa de inflación converja
dentro del horizonte de política a la meta de inflación. Eso es lo que quiere el
presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, al anunciar el más agresivo
aumento de tasas de interés de referencia desde 1994 para asegurar que las
expectativas de inflación a cinco años, que se sitúan hoy en 2.6%, atraigan
hacia abajo a la inflación actual de 8.6%.
Lo mismo quiere lograr el gobernador Héctor Valdez con el cambio de postura de la política monetaria. Al mes de junio de 2022, las expectativas de inflación para los próximos 24 meses se mantienen ancladas en 4.5%, cifra que cae dentro del rango meta. La nueva política monetaria del Banco Central, unida a la reducción de la tasa de inflación internacional y al anclaje de las expectativas, hará que la tasa de inflación actual de 9.5% se vaya reduciendo gradualmente hasta converger al rango meta del 4%±1%.
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