[Escrito el 24 de junio de 2022]
Los tres principales índices bursátiles estadounidenses avanzaron hoy.
El Dow Jones subió 823 puntos, equivalente a un incremento de 2.7%. El S&P
500 avanzó 3.1% y el Nasdaq se incrementó 3.3%. Esta semana bursátil, la mejor
en mucho tiempo, el S&P 500 registró un aumento acumulado de 6.5%.
Los analistas afirman que esa mejora se debe al hecho de que los precios
actuales de las acciones ya toman en consideración el apriete monetario que ejecuta
la Reserva Federal. Esto implica que las cotizaciones actuales, que han caído
en 19% con relación al pico de enero, ya descuentan el hecho de que se proyecta
que la tasa de interés de referencia superará el 3% al cierre de 2022.
Aquí cabe preguntar si los precios de las acciones ya han llegado a su
mínimo o si seguirán bajando en los próximos días. Esto es clave para saber si
es conveniente o no comprar acciones ahora y esperar a que sus precios suban
para obtener ganancias de capital. Recuerde que si usted quiere hacerse rico
debe saber comprar barato y vender caro. En otras palabras, debe comprar cuando
se espera que los precios suban y vender cuando se espera que los precios bajen.
Algunos expertos señalan que el mercado bursátil actual no ha tocado
fondo. Asumen que la recesión, que provocará el apriete monetario que realiza
la Reserva Federal, reducirá las ventas y, en consecuencia, disminuirá el flujo
libre de efectivo de las empresas, repercutiendo negativamente sobre el valor
de las acciones. Ante esa expectativa lo ideal seria no comprar acciones, sino
esperar un poco más hasta que el mercado bursátil refleje un mayor deterioro en
el precio de las acciones. Quienes más se beneficiarían de esa posibilidad
serían los inversionistas más jóvenes, quienes tienen más tiempo para esperar a
que los precios de las acciones bajen todo lo que vayan a bajar, para luego
comprar.
Otros expertos piensan que los datos económicos recientes reflejan la
desaceleración de la economía y, por lo tanto, permiten asegurar que el apriete
monetario no será más duro de lo que actualmente se proyecta. Esto, unido al
hecho de que la información del apriete actual ya se integró al precio de las
acciones, permitiría pensar que el precio de las acciones llegó a su punto más
bajo, en promedio obviamente, pues los precios de algunas acciones podrían
bajar aun cuando el índice bursátil aumente. Si esa expectativa resulta ser
correcta, entonces éste sería el momento oportuno para utilizar el efectivo que
se tenga disponible para comprar acciones. Y sentarse a esperar a que suba su
precio en los próximos años, para ganarse un buen dinero. Nuevamente, los
jóvenes serían los más beneficiados, pues tienen la capacidad de esperar más
tiempo.
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