[Escrito el 23 de junio de 2022]
En 1958, el economista neozelandés, William Phillips, graduado en la
London School of Economics, publicó un interesante estudio en el cual analizó
la relación entre el desempleo y la tasa de variación de los salarios monetarios
en el Reino Unido. Posteriormente, se sustituyó la variación de los salarios
por la tasa de inflación, conociéndose esa relación entre el desempleo y la
inflación como la Curva de Phillips.
Hoy en el Congreso de los Estados Unidos, los legisladores le
preguntaron a Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, cómo enfrentaría
la desaceleración de la economía si el aumento de la tasa de interés no reduce
rápido la tasa de inflación. En otras palabras, los congresistas
estadounidenses quieren saber qué tipo de política monetaria ejecutaría Powell
si la subida de tasas de interés reduce la demanda agregada y eleva el
desempleo, quedándose la tasa de inflación muy por encima de la meta del 2%.
Powell, con la sangre fría que debe tener un buen gobernador de banco
central, señaló: “Nosotros no podemos fallar. Nosotros realmente tenemos que
reducir la inflación.” El mensaje quedó claro, aun cuando el apriete monetario,
que se expresa a través de aumentos sucesivos de la tasa de interés de
referencia hasta colocarla entre 3% y 3.25% hacia finales de 2022, provocase
una recesión y un aumento del desempleo, la Reserva Federal no haría nada para
reactivar la economía.
El principal objetivo del banco central estadounidense es mantener
ancladas las expectativas de inflación. Powell afirmó que desea ver evidencia clara
de que la tasa de inflación comienza a converger hacia la meta del 2% antes de
cantar victoria. La famosa Curva de Phillips, que se sabe tiene sus
limitaciones, permite señalar que si se quiere menos inflación se debe estar
preparado a tener más desempleo. Y que el costo en términos de desempleo se
minimiza si se mantienen ancladas las expectativas de inflación.
Así las cosas, se puede señalar que la probabilidad de que haya una
reducción de la tasa de interés de política monetaria para reanimar la
economía, en caso de que haya recesión económica, es casi cero. La Reserva Federal
de Powell no aprobará una reducción de tasas de interés hasta que baje la
inflación. Por tanto, se prevé que el costo del endeudamiento externo para los
países en desarrollo, como la República Dominicana, seguirá subiendo en los
próximos meses. Ese dato debe ser tomado en consideración por el gobierno del
presidente Abinader, y más en la coyuntura actual que permite prever un aumento
del déficit público provocado por los subsidios a los combustibles, alimentos y
sector eléctrico.
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