martes, 8 de marzo de 2022

La lucha de Abinader contra la inflación

[Escrito el 7 de marzo de 2022]

El presidente Luis Abinader anunció un conjunto de medidas encaminadas a enfrentar, por el lado de la oferta, la inflación que golpea los bolsillos de los dominicanos. Esto es muy importante porque el incremento de precios es la principal preocupación de los agentes económicos, en particular, aquellos de menores ingresos.

El primer mandatario arrancó con una medida que reducirá el nivel y volatilidad de los precios de los combustibles, los que se mantendrían constantes mientras el precio del barril del West Texas Intermediate se encuentre entre 85 y 115 dólares el barril. A partir de 115 dólares -hoy se mueve alrededor de 122 dólares por barril- se trasladaría el costo adicional al consumidor, pero sin aplicar el 16% de ad valorem. Ese subsidio, que se espera se mantenga durante cuatro meses, implicará recursos que oscilarían entre los 9,600 millones y 16 mil millones de pesos.

El presidente Abinader anunció también que se reducirán a cero los aranceles a la importación de un conjunto de productos de primera necesidad. Entre esos se encuentran: aceite refinado; mantequilla y margarina; leche en polvo; grasas comestibles; pollo; carne de cerdo; y carne de res; entre otros. Para evitar que esa medida provoque protección efectiva negativa que impacte desfavorablemente la producción nacional que compite con esas importaciones, sería conveniente que se reduzcan a cero también los insumos que utilizan los productores nacionales. Así se protegerá el empleo, tal como desea el gobierno actual.

El gobierno también anunció que subsidiará con un 10% las importaciones de maíz, trigo, soya, harina y grasa vegetal, durante un período de 6 meses. Esto reducirá los costos y, por tanto, los precios de los bienes que utilizan esos insumos. Esa medida, que costará tres mil millones de pesos, beneficiará la producción nacional y a los consumidores.

Con relación a los subsidios focalizados, las autoridades continuarán ejecutando programas especiales de venta de comida, subsidios al gas (Bonogas) y ventas populares de alimentos a través del INESPRE. Esto implica una transferencia directa a los segmentos más pobres y vulnerables, amortiguando el impacto negativo que provoca la inflación generalizada.

A lo anterior hay que añadir el subsidio adicional a la tarifa de electricidad, el cual, aun cuando el presidente no lo mencionó, podría aumentar en este año en una suma que podría oscilar entre 300 y 400 millones de dólares.

Dado que en economía no hay comida gratis, se puede señalar que esos subsidios llevarán al gobierno a reducir el gasto de capital previsto en el presupuesto para 2022 o tener un mayor déficit y, por tanto, endeudamiento público.

1 comentario:

  1. Considero que al plan de acción del gobierno le falta un Componente vital: aplicar austeridad en ciertos gastos y costos que benefician grandemente a las clases más privilegiadas tanto en entorno economico como político.

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