[Escrito el 2 de noviembre de 2021]
En la actualidad corre por las redes sociales un conjunto de falacias
sobre el sistema de pensiones que, por el bien del trabajador y de la economía
dominicana, es preciso desmontar. Aquí lo haré con algunas de ellas.
“El sistema de pensiones pagará pensiones de cuatro mil pesos al mes.”
Eso es falso. La pensión mínima es igual al salario mínimo más bajo del sector
privado, el cual es de 11,500 pesos mensuales en la actualidad.
“La tasa de reemplazo del sistema de pensiones es de 22%.” Falso también.
La tasa de reemplazo dependerá de la cantidad de cotizaciones que realice el
afiliado a su cuenta individual y del retorno que se obtenga de las inversiones
que realice la AFP. Una persona que se afilie a los 24 años y se mantenga
cotizando hasta los 60 años obtendría una tasa de reemplazo de un 49%. La tasa
de reemplazo de 22% sería obtenida por afiliados que coticen una menor cantidad
de años. Esto lleva a recomendar que se permita la cotización de los trabajadores
cuentapropistas de manera que, aun cuando no estén laborando bajo relación de
dependencia, puedan mantenerse aportando fondos a sus cuentas individuales.
“El sistema financiero es quien más se beneficia del sistema de
pensiones.” Eso es una falacia. Por cada peso que reciben las AFP, los
trabajadores reciben 13 pesos. Por eso de los 720 mil millones de pesos que
tienen ahorrado los trabajadores en sus cuentas individuales, ellos han
aportado alrededor de 101 mil millones de pesos, los empleadores 230 mil
millones de pesos y más de 388 mil millones de pesos se han originado por la
rentabilidad de la gestión de esos fondos.
“Las inversiones que realizan las AFP no son productivas, porque un alto
porcentaje lo utiliza Hacienda y el Banco Central.” Esto es incorrecto.
Hacienda utiliza esos fondos para financiar inversión pública que tiene un
elevado efecto multiplicador y es complementaria de la inversión privada. El
Banco Central utiliza esos fondos para realizar operaciones de política
monetaria que ayudan a mantener la estabilidad macroeconómica, condición
indispensable para la expansión económica y la mejora del bienestar de la
gente. Y el sector privado utiliza también esos recursos para invertir en
hoteles, electricidad, manufactura y otras actividades con una elevada tasa de
retorno. Todo el país se ha beneficiado del ahorro previsional, pues el 22% del
crecimiento del PIB real registrado entre 2003 y 2019 se explica por la
disponibilidad de fondos prestables a largo plazo.
“El sistema de reparto es mejor que el de capitalización individual.”
Eso es falso. Los sistemas de reparto son financieramente inviables, lo cual
obliga a los gobiernos a realizar grandes aportes a sus cajas comunes. La
mayoría de los países con sistemas de reparto tienen niveles de recaudaciones
que oscilan entre 35% y 43% del PIB. De ese monto más de una tercera parte
corresponde a contribuciones a la seguridad social. La experiencia de la
República Dominicana con el sistema de reparto ha sido catastrófica. Basta con
recordar el caso del IDSS.
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