viernes, 8 de octubre de 2021

El ahorro previsional óptimo

[Escrito el 8 de octubre de 2021]

El ahorro previsional óptimo es el que se logra a través del sistema de capitalización individual. En el caso de la República Dominicana, el sistema de seguridad social creado por la Ley 87-01 permite que el ahorro previsional del trabajador crezca exponencialmente durante su vida laboral activa, asegurándole una pensión en el futuro que aumenta en función del monto ahorrado.

A diferencia del sistema de capitalización individual, el ahorro en el sistema de pensiones de reparto no crece. Es más, ese sistema no es financieramente viable, por lo que se requiere que el Estado le inyecte continuamente recursos para que se puedan pagar las pensiones a los trabajadores al llegar su edad de jubilación que, por lo general, supera los 65 años. El sistema de pensiones de los cañeros, el de los maestros o el antiguo Instituto Dominicano de Seguros Sociales son ejemplos de sistemas de reparto financieramente inviables, que no acumularon ni acumulan ahorro previsional.

Otra opción que tienen los trabajadores para tener una pensión en el futuro sería ahorrar de manera independiente, colocando una parte de su salario de manera periódica en una cuenta bancaria. Para determinar cuál de las dos opciones, la de capitalización individual o ahorro independiente, es la mejor, basta con analizar la evolución del ahorro acumulado.

En el caso del sistema de pensiones de capitalización individual, actualmente vigente en el país, se ha acumulado un ahorro previsional en las cuentas de los trabajadores desde 2003 hasta el presente por un monto de 720 mil millones de pesos. De esa suma, 100,800 millones de pesos lo aportó el trabajador; el empleador aportó 230,400 millones de pesos, pues la ley le obliga a colocar el 70% del ahorro que va a la cuenta del trabajador; y la rentabilidad nominal alcanzada por la gestión de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) -que ha superado en promedio el 12% anual- generó 388,800 millones de pesos en beneficio de los cotizantes.

Si no hubiese existido ese sistema de pensiones de capitalización individual, y el trabajador dominicano hubiese ahorrado directamente para su vejez, ¿cuánto hubiese acumulado entre 2003 y el presente? Solamente 122,962 millones de pesos; es decir, 597,038 millones de pesos menos que lo ahorrado en el sistema de capitalización individual. ¿Por qué? Porque el empleador no hubiese aportado los 230,400 millones de pesos y la tasa de rentabilidad alcanzada por depositar en una cuenta de ahorro en un banco (2.3%) hubiese sido menos de una quinta parte de la obtenida por las AFP a favor del trabajador.

Las matemáticas son contundentes. El sistema de pensiones de capitalización individual es el óptimo, superando el ahorro independiente y, sobre todo, al sistema de reparto.

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