[Escrito el 9 de septiembre de 2021]
Hace ya veinte años, el doctor Andrés Dauhajre, hijo, y yo realizamos un estudio para el BID sobre la calidad del magisterio en la República Dominicana. Las conclusiones fueron aterradoras. El maestro de las escuelas públicas para esa fecha había sido el bachiller con peores calificaciones, que se enganchaba a maestro porque esto le aseguraba un ingreso relativamente estable, aunque bajo. Y se determinó que la falta de dominio del contenido de las materias, en particular de las matemáticas, limitaba significativamente la capacidad de aprendizaje de los estudiantes dominicanos a nivel preuniversitario, condenándolos a ser hombres y mujeres con un exiguo nivel de ingresos.
Para mejorar la calidad de la educación pública se necesita elevar el
nivel de capacitación de los maestros. El primer paso es mejorar su
remuneración para atraer buenos bachilleres a estudiar la carrera docente. El
segundo paso es brindarles una buena formación. Y el tercer paso es
contratarlos en las escuelas públicas, apoyándolos con recursos
-infraestructura, alimentación escolar, buen currículo, y otros elementos
pedagógicos adicionales- que permitan un buen proceso de enseñanza.
A pesar de que sabe cómo mejorar la educación pública, el gobierno del
presidente Abinader va hacia atrás como el cangrejo. Esta semana se publicó la
noticia de que el Concurso de Oposición Docente, mediante el cual se
seleccionarán más de 19 mil maestros y directores de centros educativos,
excluirá a la primera generación de los egresados del programa docentes de
excelencia. Esa decisión del Ministerio de Educación deja de lado las
recomendaciones realizadas por la Iniciativa Dominicana por una Educación de
Calidad, que tienen como objetivo la selección de los mejores maestros.
Debe destacarse que los egresados del programa docentes de excelencia
fueron seleccionados entre los mejores bachilleres, y recibieron becas para que
se dedicaran plenamente a sus estudios. Entre los graduados se encuentran licenciados
en matemáticas, química, física, biología, literatura, entre otras áreas
especializadas, con orientación a educación. Es verdaderamente sorprendente que
el Ministerio de Educación no permitiese su participación, simplemente porque
la fecha de graduación de esa cohorte haya sido septiembre de este año.
Lo lamentable es que, de acuerdo con noticias publicadas ayer, la mayoría de los postulantes que sí se les permitió participar en el Concurso de Oposición Docente para el nivel primaria reprobó la prueba de evaluación. Incluso se señala que hay comunidades, como el caso de San Juan, donde han reprobado o quemado el 100% de los postulantes. Así las cosas, pienso que la decisión del Ministerio de Educación de excluir a los mejores participantes fue una decisión irracional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario