[Escrito el 8 de septiembre de 2021]
Los cañeros, maestros y legisladores tienen un denominador común. Esos
tres grupos sociales pertenecen a diversos sistemas de pensiones de reparto,
que son insostenibles financieramente. En ese tipo de sistema de pensiones, el
trabajador joven aporta una parte de su salario para pagarle la pensión al
trabajador envejeciente. Y tiene la esperanza de que, cuando llegue su edad de
retiro, un trabajador joven le pagará su pensión.
Los cañeros llegaron hasta el Palacio Nacional con cartelones que
expresaban una amarga queja. “Abinader no y no ha cumplido a los cañeros.” Se
trata del incumplimiento de la promesa presidencial de que a 1,610 trabajadores
de la caña de azúcar se les pagaría su pensión. De acuerdo con sus
representantes, el gobierno del presidente Abinader, específicamente la
Dirección General de Jubilaciones y Pensiones, los ha engañado y estafado.
Los maestros que cotizan en el sistema de reparto del Instituto Nacional
de Bienestar Magisterial (Inabima) van por el mismo camino, pues ese sistema de
pensiones está actuarialmente quebrado. De acuerdo con un estudio de Acción
Empresarial por la Educación (Educa), el Programa Especial de Pensiones y
Jubilaciones del Magisterio no es financieramente sostenible en el corto,
mediano o largo plazo. Esto se debe al hecho de que las contribuciones de los
docentes activos no alcanzan para pagar las pensiones de los docentes en edad
de retiro. Cualquier aporte del Estado en el corto plazo, a través del
Ministerio de Educación, sólo sirve para prolongar la agonía de ese sistema de
reparto, cuyo final será indefectiblemente la quiebra, dejando a miles de
maestros sin sus pensiones. Ante esta situación, los maestros jubilados afirman
que no confían en el gobierno.
Los legisladores dominicanos, a través de la Ley 340-98 que crea el
Instituto de previsión Social del Congresista Dominicano, también tienen un
sistema de reparto. Para evitar la quiebra de ese plan de pensiones, se
incrementó en 2016 de 10% a 12% el porcentaje de aporte que deben hacer los
legisladores a su plan de pensiones. De acuerdo con un congresista, con esa
decisión “lo que se busca es darle sostenibilidad financiera al instituto para
que los egresos no superen a los ingresos y no termine sin fondo y deje
desprotegidos a todos.”
El denominador común de esos tres grupos sociales es que cotizan a
sistemas de pensiones de reparto, que actuarialmente están quebrados. Es muy
probable que el plan de pensiones de los congresistas perdure más en el tiempo,
por el poder que éstos tienen en el proceso de toma de decisiones del Estado. Lamentablemente,
la pensión de los cañeros y maestros está a merced de los políticos.
Desde esta óptica son malos los sistemas de pensiones de reparto. Cómo propone usted que debe ser el sistema de pensión que sea sostenible y que satisfaga con justicia a las partes.
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