jueves, 17 de noviembre de 2022

Que se cuide la imagen del crédito público

[Escrito el 16 de noviembre de 2022]

La debacle del negocio de las criptomonedas, una posible recesión global, mayores tasas de interés, menor liquidez internacional e inflación persistente son factores que afectan negativamente a la economía global, en particular a las economías pequeñas y abiertas como la dominicana. Ante ese escenario, es indispensable que el gobierno dominicano, que tendrá que emitir en 2023 deuda pública por el equivalente de 6,600 millones de dólares, cuide la imagen de su crédito público para que pueda tener acceso a los mercados de capitales a la menor tasa de interés posible.

El deterioro de las finanzas del sector eléctrico, específicamente el de las empresas distribuidoras de electricidad, es el principal problema que tiene la hacienda pública. En términos de GWh, el porcentaje de energía comprada y no cobrada se colocó en el período enero-agosto de este año en 39%, diez puntos porcentuales por encima del nivel de pérdidas registrado antes de la pandemia. Esto revela que, aun cuando el precio medio de compra de energía no hubiese subido, las pérdidas de esas empresas se hubiesen incrementado significativamente debido a que no se han realizado las inversiones en los equipos que se requieren para facturar y cobrar la energía eléctrica suministrada.

Al mes de agosto, el déficit de caja de las EDE se colocó en 915 millones de dólares. De acuerdo con el informe del Ministerio de Energía y Minas, esa cifra se descompone en un déficit operacional de 834 millones de dólares y gastos por inversiones por 81 millones de dólares. En base al comportamiento de los precios de los combustibles y del porcentaje de pérdidas físicas, entre otras variables, se puede proyectar que el déficit de esas empresas distribuidoras de electricidad se colocará este año entre 1,500 y 1,600 millones de dólares.

Lo grave es lo que viene en 2023. Ese año habrá generadores de electricidad que tendrán que sustituir el gas natural por diesel. La tardanza de las autoridades en firmar contratos de compra-venta de energía impidió que esos generadores, cuyos contratos de largo plazo de gas natural a precios muy competitivos vencen en marzo de 2023, pudiesen renovar esos contratos oportunamente. Por ese motivo, el año que viene una parte significativa de la energía eléctrica, que entre enero y agosto de este año se produjo con gas natural a un precio promedio de 5.9 dólares por millón de BTU, tenga que ser producida con diesel, que este año tuvo un precio promedio de 25.4 dólares por millón de BTU; esto es, cuatro veces más costoso.

El mayor precio medio de compra de la energía eléctrica, unido al deterioro de la capacidad de facturación y cobranza de las EDE, lleva a pronosticar que en 2023 el déficit del sector eléctrico pudiese llegar al entorno de los 2 mil millones de dólares. Un resultado muy negativo para la imagen del crédito público nacional.

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