[Escrito el 9 de noviembre de 2022]
Hoy pensaba comentar los resultados de las elecciones de medio término de
los Estados Unidos, pero el colapso de la plataforma de intercambio de
criptomonedas FTX me hizo cambiar de tema. No obstante, puedo decirles que la
ola roja republicana no se registró, manteniendo los demócratas un buen peso en
el congreso estadounidense. Ese resultado, peor de lo esperado para los
republicanos, unido al extraordinario desempeño electoral del gobernador Ron
DeSantis, que superó por 20 puntos porcentuales a su oponente, lleva a pensar
que éste será el candidato presidencial del Partido Republicano en las
elecciones de 2024.
Volviendo a la burbuja que explotó en el espacio de las criptomonedas, ayer
se conoció la noticia de que FTX se había quedado sin liquidez por la salida
abrupta de sus clientes, desplomándose su precio estrepitosamente. En ese
momento se afirmó que su competidor, la plataforma Binance, había acordado comprar
a FTX y suplir la liquidez necesaria a los clientes de la plataforma, para así
reducir el ruido e incertidumbre que significaría para el mercado de las
criptomonedas su quiebra. Hoy Binance retiró su oferta debido a que FTX se
considera como un agujero negro demasiado grande, que puede hacer colapsar a
cualquiera que se acerque demasiado.
El 94% de la fortuna de su propietario, Sam Bankman-Fried, que llegó a
superar los 16 mil millones de dólares, se esfumó en un día, tragándose también
miles de millones de dólares que en forma de capital aportaron inversionistas
que confiaron en FTX.
Los precios de las criptomonedas reaccionaron a la baja mostrando un
claro comportamiento sistémico. Entre ayer y hoy, el bitcoin, la más importante
y popular de todas, perdió 17.6%, situándose en 16,124 dólares. Lejos están los
días cuando el bitcoin se cotizaba por encima de los 64 mil dólares y se
pensaba que su precio no tenía límite superior. Hoy las cosas son distintas,
pues el bitcoin sigue perdiendo valor, al igual que lo está haciendo Ether,
Tether, USD coin, Binance coin y Dogecoin, entre otras.
La perturbación generada por el colapso de FTX puede provocar que el
espacio donde navegan las criptomonedas sufra una implosión. Lo grave es que
esos activos financieros, que en realidad no son monedas, pues no cumplen con
las funciones del dinero, no tienen ningún tipo de respaldo ni regulación por las
autoridades monetarias. Eso implica que los vaivenes de su valor pueden
intensificarse hasta llegar a cero, haciendo que numerosos inversionistas
pierdan centenares de miles de millones de dólares sin esperanza de recuperar
absolutamente nada. Lamentablemente, el mercado bursátil también fue impactado
negativamente por ese ruido, cayendo el Dow, 2%; el S&P 500, 2.1%; y el
Nasdaq, 2.5%.
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