[Escrito el 31 de octubre de 2022]
El Banco de Canadá la semana pasada aumentó por sexta ocasión
consecutiva y en 50 puntos básicos su tasa de interés de política monetaria
para enfrentar la inflación, colocándola en 3.75%. Y como dijo su gobernador,
se están acercando, pero todavía falta por aumentar la tasa de interés.
El Banco Central Europeo también incrementó la semana pasada 75 puntos
básicos a su tasa de interés de referencia, situándola en 1.5%. Ese nivel está
muy por debajo de la tasa de interés neutral, que se define como el nivel
necesario para que la inflación converja a la meta del 2%, pues a octubre se
registró una tasa de inflación interanual de 10.7%, el mayor nivel en la
historia del euro. Para Alemania, la tasa de inflación de 11.6% es la mayor
cifra desde 1951. Esa realidad inflacionaria lleva a proyectar nuevos aumentos
de tasa de interés en la zona euro.
Lo grave es que continúan las presiones hacia el alza de precios. Por
ejemplo, el presidente Vladimir Putin decidió suspender hoy el acuerdo que
permitía la salida de granos desde Ucrania. Esa decisión del mandatario ruso
tenderá a incrementar los precios del trigo y maíz, entre otros productos,
acentuando la tasa de inflación a nivel global. Diversas organizaciones
internacionales han señalado que esa suspensión perjudicará principalmente a
los países más pobres, aumentando la cantidad de población que pasa hambre.
Esa acción, que afecta la oferta de alimentos, se añade al
desabastecimiento del gas natural ruso en Europa para traducirse en fuertes
aumentos de precios, que mantienen en muchas economías la tasa de inflación
lejos de la meta establecida por los bancos centrales.
Ante esa realidad se espera que la Reserva Federal, el banco central de
los Estados Unidos, aumente esta semana en 75 puntos básicos la tasa de interés
de referencia. Y que en diciembre la eleve en 50 puntos más para cerrar el año
entre 4.25% y 4.5%.
En el caso de la República Dominicana, el Banco Central decidió hoy
aumentar en 25 puntos básicos su tasa de interés de política monetaria. Con ese
incremento, que coloca la tasa de referencia en 8.5%, la tasa de interés se
acerca a una postura monetaria compatible con la reducción de la variación de
precios. De hecho, las autoridades monetarias afirman que la tasa de interés
real interbancaria ya se encuentra un punto por encima de su nivel neutral
estimado. Por eso, se prevé que la tasa de inflación, que a septiembre fue de
8.63%, cierre el año en el entorno de 7% y converja a su rango meta de 4%±1% hacia mediados del año
próximo.
El ritmo de convergencia dependerá de la evolución de la inflación
importada. Si no hay nuevos choques de oferta severos, que afecten los precios
de los combustibles y alimentos, es muy probable que se cumpla el pronóstico
del Banco Central, pues también se reduciría la tasa de inflación vinculada a
servicios y, en general, la que se desprende de los bienes no transables.
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