[Escrito el 14 de septiembre de 2022]
El mercado bursátil estadounidense colapsó ayer tan pronto se confirmó
el dato de la inflación. No tanto por el dato de la inflación medida por la
variación del índice de precios al consumo (IPC) general, sino el de la
inflación subyacente; es decir, la que excluye la variación de los precios de
los combustibles y alimentos. El Dow retrocedió 3.9%; el S&P 500 cayó 4.3%;
y el Nasdaq descendió 5.2%.
El mercado esperaba que la tasa de inflación se redujese en agosto en
0.1% con relación a julio, debido a la disminución de los precios de los combustibles,
pero subió en 0.1% por el incremento de otros componentes del IPC, situándose
la tasa interanual a agosto en 8.3%. Peor comportamiento lo tuvo la inflación
subyacente, que saltó en 0.6% con relación al mes de julio, variación que es equivalente
a una tasa anualizada superior al 7%.
Ante esa noticia, los agentes económicos reafirmaron su expectativa de
que la Reserva Federal no tiene otro camino que seguir aprobando fuertes
subidas de su tasa de interés. Jerome Powell lo señaló hace unas semanas: aun
cuando le haga daño a las empresas y a los hogares, seguirá subiendo la tasa de
interés porque peor es que se rompa el anclaje de las expectativas de inflación
y los precios suban exponencialmente.
En la próxima reunión de la Reserva Federal a celebrarse entre el 20 y
21 de septiembre se da como un hecho que se aprobará un aumento de la tasa de
interés de referencia de por lo menos 75 puntos básicos. Esto significa que la
nueva tasa oscilará entre 3% y 3.25% a partir de finales de este mes. Enfatizo “por
lo menos” porque los expertos estimaron ayer en 35% la probabilidad de que las
autoridades monetarias estadounidenses aprueben un aumento de 100 puntos
básicos en la citada reunión. Y no solo eso, sino que es altamente probable que,
en las próximas dos reuniones, la de noviembre y diciembre, se aprueben dos
nuevos aumentos de 75 y 50 puntos básicos, respectivamente. Esto lleva a
proyectar que a diciembre la tasa de interés de política monetaria se coloque
entre 4.25% y 4.5%.
En el caso dominicano, se puede estimar que a final de este año la tasa
de rendimiento del bono soberano emitido en dólares a diez años será de por lo
menos 9%. Ayer esa tasa de rendimiento se colocó entre 7.66% y 7.78%, lo cual
contrasta considerablemente con la tasa de 4.64% registrada al 31 de diciembre
de 2021. Ese aumento del costo del endeudamiento en los mercados financieros internacionales
se traducirá en una presión adicional sobre las finanzas públicas para el año
2023.
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