[Escrito el 25 de agosto de 2022]
El tema económico más importante a nivel global es la elevada tasa de
inflación. En el caso de los países que aplican un esquema de metas de
inflación, se registra una inflación que supera tres, cuatro y cinco veces la
meta. Esa desviación ha llevado a los bancos centrales a realizar un apriete
monetario que se expresa en aumentos de la tasa de interés de política
monetaria, con el objetivo de quitarle presión al mercado de bienes y
servicios, reduciendo así la tasa de inflación.
En el caso de los Estados Unidos la tasa de inflación a julio es 8.5% y
la tasa de interés de referencia se coloca entre 2.25% y 2.5%. Aquí cabe
preguntar si para reducir la inflación será necesario elevar esa tasa de
interés nominal hasta un nivel que supere la tasa de inflación, colocando la
tasa de interés real, que se define como la diferencia entre la tasa de interés
nominal y la tasa de inflación, en territorio positivo.
La respuesta depende de la expectativa de inflación. Si los agentes
económicos esperan que los precios sigan subiendo en los próximos meses, tal
como lo hicieron en el pasado reciente, saldrán hoy al mercado a comprar bienes
y servicios. Esto provocará que la tasa de inflación siga subiendo,
acentuándose la inestabilidad macroeconómica y el impacto negativo sobre el
bienestar de la gente. La reacción del banco central sería incrementar de forma
acelerada la tasa de interés hasta un nivel que supere la tasa de inflación. Esa
política reduciría brutalmente el crecimiento económico y aumentaría la tasa de
desocupación.
Lo anterior revela la importancia del anclaje de las expectativas. Si
los agentes económicos perciben que la tasa de inflación futura será menor que
la actual, sus decisiones serán compatibles con la convergencia de la inflación
observada hacia su meta. En ese escenario, el aumento de la tasa de interés de
referencia necesario para reducir la inflación sería mucho menor, evitándose
una severa recesión económica.
De vuelta al caso de los Estados Unidos, si las personas confían en que la
Reserva Federal tiene un compromiso firme de lucha contra la inflación y que su
política monetaria es consistente con su convergencia hacia la meta, se
mantendrían ancladas las expectativas de inflación. Esto reduciría la tasa de
inflación sin que fuese necesario subir la tasa de interés de referencia hasta
el 8.5%, que es el nivel de inflación a julio.
Este análisis asume que no hay nuevas perturbaciones exógenas que
presionen hacia el alza de precios. Ya se verá si el mercado interpreta como un
fenómeno inflacionario la medida de perdón de préstamos estudiantiles a
millones de personas que acaba de aprobar el gobierno del presidente Joe
Biden.
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