jueves, 23 de junio de 2022

Rusia golpea donde más duele

[Escrito el 22 de junio de 2022]

Vladimir Putin, el jefe de Rusia, sabe golpear donde más duele económicamente. La invasión rusa a Ucrania ha provocado aumentos generalizados de precios de alimentos y combustibles a nivel global. Las sanciones económicas de Estados Unidos y sus aliados europeos han sido respondidas con recortes de combustibles -petróleo, gas natural y carbón-, así como con la disrupción de la cadena de suministro de alimentos y fertilizantes.

Ese choque de oferta se ha unido a los efectos por el lado de la demanda, provocados por políticas monetarias y fiscales expansivas, para generar la mayor tasa de inflación en cuarenta años en los Estados Unidos. A mayo, la tasa de inflación medida por el cambio relativo del índice de precios al consumidor se colocó en 8.6%. Y lo mismo sucede en Europa, con una inflación de 8.1% y en el Reino Unido con 9.1%.

Putin ha estado recortando el suministro de gas natural a Europa como reacción a las sanciones impuestas contra Rusia. La semana pasada recortó en 60% la capacidad de suministro del principal gasoducto a Alemania, nación que importaba el 55% de su gas natural desde Rusia. La menor disponibilidad de gas natural ha hecho que Alemania decida poner en marcha, por lo menos por dos años, 10 gigavatios de capacidad de generación de electricidad producida con carbón. Esto es equivalente a 13 unidades de generación del tamaño de la Central Termoeléctrica Punta Catalina.

La Agencia Internacional de Energía advirtió que el suministro de gas natural ruso a Europa podría desaparecer hacia finales de año. Ese recorte implica un gran reto para Europa, dado el aumento de la demanda que se registra en invierno. El jefe de esa Agencia, Fatih Birol, prevé que ese recorte de gas natural ruso es una medida para aumentar la capacidad de presionar a Europa y debilitar su apoyo a Ucrania.

Por el lado de la disponibilidad de alimentos, también hay un golpeo sistemático ruso. Además de tener bloqueado el acceso al puerto de Odesa, principal vía de salida de granos desde Ucrania hacia Europa y el resto del mundo, Rusia ha estado bombardeando la infraestructura alimentaria de Ucrania. El objetivo de esos ataques rusos es reducir la capacidad exportadora de Ucrania, lo cual repercute inmediatamente sobre el nivel de precios internacional de granos y aceite de girasol. Actualmente hay 18 millones de toneladas métricas de granos almacenadas en silos que no pueden salir de Ucrania y corren el peligro de dañarse o ser destruidos por ataques rusos. Definitivamente, Putin sabe golpear donde más duele, en el estómago y el bolsillo de la gente.

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