[Escrito el 11 de abril de 2022]
Emmanuel Macron debe ganar nuevamente las elecciones presidenciales en
Francia, por el bien de Europa y de muchos países, pero tendrá que hacer un
gran esfuerzo. En la primera vuelta celebrada ayer, recibió alrededor del 27.6%
de los votos, mientras su contrincante, Marine Le Pen, obtuvo 23.4%.
Esos datos revelan que la representante de la extrema derecha nacionalista
nunca había estado tan cerca de ganar las elecciones presidenciales. De hecho,
las encuestas sugieren para la segunda vuelta, a celebrarse el próximo 24 de
abril, un resultado 52-48 a favor del actual presidente francés, pronósticos que
pudiese cambiar en los próximos días. Esto contrasta con el resultado de las
elecciones de 2017 cuando Macron obtuvo el 66% y Le Pen el 34%.
¿Por qué se le ha dificultado a Macron obtener una reelección holgada?
El centrista Macron prometió reformas para mejorar las condiciones de
vida de los franceses -mayor ingreso, menor desigualdad, más empleo- y no ha
podido ejecutarlas en cinco años. El aumento de los precios de los bienes de
primera necesidad y de los combustibles ha cobrado un alto precio a la
popularidad del presidente francés. En esta ocasión vuelve a prometer progreso
y pleno empleo, basado en reformas, recortes de impuestos, promoción de la
inversión extranjera y medidas para modernizar la economía, para lo cual solicita
al electorado cinco años más, pero gran parte de la población no cree en su
capacidad de lograr esos objetivos. Con relación a las pensiones, plantea
aumentar de 62 a 65 años la edad para pensionarse, lo cual, aunque es clave
para la sostenibilidad del sistema, le ha reducido popularidad.
Le Pen promete, al igual que Trump en Estados Unidos, recuperar la
“prosperidad y grandeza” de Francia. Además, afirma que reducirá el precio de
los alimentos y de los combustibles, mensaje que le encanta a los populistas. Y
es muy probable que obtenga, basándose en sus ideas contra los inmigrantes, el
7.1% de los votos recibidos por Eric Zemmour, un candidato con un discurso
extremista antinmigración.
La orientación antieuropea de Le Pen y su intención de sacar a Francia
de la OTAN son dos aspectos que juegan a favor de Macron. Asimismo, la invasión
rusa a Ucrania, y el hecho de que en el pasado la líder de la extrema derecha
mostró un sesgo a favor del líder ruso Vladimir Putin, puede hacer que los
seguidores de Jean-Luc Mélenchon, que obtuvo un 22% en la primera vuelta, se
decidan apoyar a Macron.
Ya se verá el próximo 24 de abril si ese componente negativo de Le Pen
es suficiente para que Macron pueda seguir calzándose los zapatos de Napoleón.
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