jueves, 31 de marzo de 2022

Reducción de tarifas arancelarias e inflación

[Escrito el 30 de marzo de 2022]

El 28 de febrero comenté que el sistema arancelario, aplicado por la Dirección General de Aduanas, estaba aumentando la inflación doméstica, pues ampliaba el efecto del incremento de los precios internacionales de bienes finales e insumos. Esto genera un alza inesperada de las recaudaciones de aduanas, que salen directamente de los bolsillos de los consumidores en forma de mayores precios. Ante esa realidad recomendé que se redujese la base imponible que utiliza esa entidad, usando los precios y fletes previos a la pandemia. Esto, que es equivalente a una reducción de los aranceles, se podía aplicar para aquellos productos, bienes finales e insumos, más importantes en la canasta de consumo de los pobres.

En los Estados Unidos también se ha estado analizando la reducción de aranceles para disminuir la tasa de inflación, que a febrero se colocó en 7.9%, el mayor nivel desde enero de 1982. En un interesante estudio preparado por los profesores Sherman Robinson y Karen Thierfelder, expertos en modelos computables de equilibrio general, se determinó que la reducción de los aranceles sobre bienes finales e insumos reduciría la tasa de inflación hasta en 1.5 puntos porcentuales, provocando también un mayor anclaje de las expectativas inflacionarias. Esto le facilitaría el trabajo a las autoridades monetarias, que son las encargadas del control de la inflación a través de la tasa de interés de referencia y de otros instrumentos monetarios.

En el caso de la República Dominicana, el presidente Luis Abinader presentó una propuesta para reducir a cero los aranceles, por seis meses, a 67 productos de la canasta básica familiar. Entre los productos se encuentran: carne de res, cerdo y pollo; leche en polvo; mantequilla y margarina; ajo; frijoles negros, rojos y blancos; lentejas; harina de trigo y de maíz; aceites comestibles; pastas alimenticias; y pan de diferentes tipos; entre otros. Para evitar que se registre una protección efectiva negativa, es decir, que se beneficie a las importaciones y se perjudique a la producción nacional, es recomendable que se aplique tasa cero también a todos los insumos de los productos que se utilizan para la producción nacional de esos bienes que compiten con las importaciones. Yo añadiría, para estimular la inversión privada y modernización productiva, tasa cero para las importaciones de equipos y maquinarias para su producción. Y al mismo tiempo abriría una línea de financiamiento para apoyar la adquisición de esos bienes de capital.

Con esas modificaciones, estoy casi seguro de que los industriales y productores agropecuarios del país, que se oponen al proyecto de tasa cero original, estarían dispuestos a apoyarlo.

1 comentario:

  1. Interesante artículo Dr. como siempre. Entiendo que aunque se le ponga tasa cero a los productos en cuestión, lo que se debe hacer es establecer un equilibrio entre la producción nacional y la importación, de forma tal que solo se importen las cantidades que mantengan los precios de dichos productos que le permitan al productor nacional mantener sus margenes de beneficios.

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