El presidente Barack Obama inició ayer 2 de mayo una visita de dos días
a México. Una nación que ha estado haciendo su tarea para convertirse en uno de
los principales suplidores de bienes manufacturados del mundo. De hecho, México
exporta más de ese tipo de bienes que la suma de todo el resto de América
Latina.
El Financial Times afirma que buenas medidas económicas
podrían convertir a México en el tigre Azteca. En la agenda del presidente
Enrique Peña Nieto se encuentran muchas reformas estructurales, que tienen como
meta elevar la competencia en los sectores de energía y telecomunicaciones,
mejorar la eficiencia productiva y expandir la competitividad para que su país
sea un jugador de poder en los flujos de comercio internacionales.
En el Pacto por México, documento donde se presentan las
reformas estructurales, se hace mucho hincapié en la educación.
Específicamente, México está educando a sus jóvenes en ingenierías y ciencias,
principalmente en el Instituto Tecnológico de Monterrey, mientras China
experimenta un aumento de sus costos laborales y de transporte. Esto ha ido
nivelando la balanza competitiva entre las dos grandes fábricas del mundo y ha elevado
el atractivo de las grandes corporaciones por México.
En la actualidad, la inversión extranjera aumenta
exponencialmente con el objetivo de aprovechar la riqueza energética en
petróleo y gas natural y beneficiarse de los 44 acuerdos de libre comercio
firmados por esa nación, cuatro veces más que Brasil. En 2012, México recibió
inversiones en acciones y bonos por un monto 5 veces mayor que la suma recibida
por los reyes del futbol latinoamericano.
Todo esto se comienza a reflejar en la tasa de crecimiento
económico. Al comparar con Brasil se observa cómo México ha estado registrando
mayores tasas de expansión del PIB real y las perspectivas son muy positivas.
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