[Escrito el 31 de mayo de 2024]
El Banco Central de la República Dominicana decidió mantener inalterada
en 7% la tasa de interés de política monetaria. Esa es una decisión prudente y
acertada dado que Estados Unidos todavía no ha fijado la fecha en que comenzará
el ciclo de bajas de su tasa de interés de referencia.
La tasa de inflación estadounidense se mantiene oscilando muy por encima
de la meta del 2%. La inflación medida por la variación del índice de precios
de gastos de consumo, se colocó en términos interanuales a abril en 2.7%.
Mientras, la tasa de inflación medida por la variación interanual del índice de
precios al consumidor se situó en 3.4%. Ante esos resultados, las autoridades
de la Reserva Federal han dejado claro que la tasa de interés de referencia se
mantendrá en el rango que va de 5.25% a 5.5%; el más alto en los 23 años más
recientes.
Del otro lado del Atlántico, funcionarios del Banco Central Europeo
declararon hace unos días que en junio se reducirá la tasa de interés de
referencia, que actualmente es de 4%. Ese mensaje se fundamentó en una
expectativa optimista del comportamiento de la tasa de inflación, que en abril
se situó en 2.4%, y se preveía que seguiría su tendencia hacia la meta del 2%.
Sorpresivamente hoy se conoció que la tasa de inflación interanual a mayo se
aceleró, colocándose en 2.6%. Ese resultado reduce la probabilidad de que en
junio se inicie el proceso de reducción de la tasa de interés de política
monetaria en la eurozona.
Ante la evidencia anterior, en especial la proveniente de Estados
Unidos, es lógico que el Banco Central de la República Dominicana haya decidido
mantener sin cambios su tasa de interés. Desde noviembre del año pasado he
estado argumentando que la diferencia entre la tasa de política del Banco
Central y la tasa de la Reserva Federal, actualmente en 1.7 puntos
porcentuales, se encuentra muy por debajo del promedio histórico de 4 puntos
porcentuales.
Si el Banco Central disminuyese su tasa de interés de referencia, por
ejemplo a 6.75%, se reduciría aun más la distancia entre ambas tasas de
interés, presionando hacia arriba el nivel y volatilidad de la tasa de cambio
del peso frente al dólar. Ese resultado incrementaría la tasa de inflación; un
evento poco deseado por las autoridades del Banco Central, que valoran por
encima de todo mantener la credibilidad en el peso dominicano para asegurar el
anclaje de las expectativas de inflación en el centro del rango meta del 4%±1%.
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