[Escrito el 22 de octubre de 2023]
La profesora de la Universidad de Harvard, Claudia Goldin, ha sido
galardonada con el Premio Nobel de Economía por sus aportes al estudio de la
brecha de ingresos y participación laboral entre hombres y mujeres. Un tema
ampliamente estudiado mediante el uso de técnicas econométricas que permiten
determinar el porqué la mujer, a pesar de tener un nivel educativo similar o
superior al de su contraparte masculina, recibe un ingreso 20% menor.
En su libro “Entendiendo la brecha de género: Una historia económica de
la mujer americana” publicado en 1990 la profesora Goldin demostró que la
evolución de la participación laboral de la mujer casada no creció de forma
lineal en esos dos siglos, sino que lo hizo como una U. Alrededor de 1810 la
mujer tenía una participación relativamente elevada y ocupada en actividades
agrícolas, luego bajó cuando se expandió el sector industrial alrededor de
1880, y después de la Segunda Guerra Mundial comenzó a subir sostenidamente en
una economía de servicios; apoyándose en el acceso a la educación, las
expectativas de desarrollo personal, su responsabilidad dentro del hogar y la
introducción al mercado de la pastilla anticonceptiva.
Junto a su coautor y esposo, Lawrence Katz, también profesor de la
Universidad de Harvard, Claudia Goldin escribió numerosos estudios en los que analiza
la forma en que la mujer aborda el tema de tener simultáneamente una carrera y
su familia. Y esto la lleva a publicar en el año 2021 un libro de divulgación
sobre ese tema (“Carrera y Familia”), en el que presenta la evolución de la
lucha de la mujer universitaria para tener una carrera profesional exitosa y al
mismo tiempo tener una familia con hijos. En ese contexto, identifica algunas
carreras que son más “codiciosas,” pues exigen más tiempo laboral a la semana,
dificultándole a la mujer alcanzar su objetivo, perpetuando la disparidad entre
los ingresos de los hombres y de las mujeres. Por eso hace recomendaciones para
que se registren cambios en la forma en que se trabaja y se valora el cuidado
en el hogar, para así tener mayor igualdad de pareja y género.
Los escritos de la profesora Goldin los he utilizado desde los años
noventa, pues he tenido la oportunidad de calcular la brecha de ingresos y
participación laboral por sexo en la República Dominicana. En el caso
dominicano, la brecha de ingresos por sexo supera el 25%; esto significa que
controlando por educación, edad, experiencia laboral, actividad económica,
estado civil, jefatura del hogar, entre otras variables, la mujer recibe un
ingreso que solo representa tres cuartas partes de lo que recibe un hombre.
A esa realidad la denominé el “impuesto a la maternidad.” Por eso recomendé
hace más de una década una modificación al Código Tributario para que la mujer,
ahora debo añadir la mujer biológica para evitar que la medida propuesta
provoque distorsiones en la decisión de género de los agentes económicos, enfrente
una menor tasa efectiva de impuesto sobre la renta. Esa modificación tributaria
compensaría la discriminación que existe contra la mujer en el mercado laboral
dominicano.
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