[Escrito el 10 de agosto de 2023]
Una meta fundamental de la Dirección General de Impuestos Internos es
reducir la evasión impositiva. Esto haría más justo el sistema tributario, pues
haría que personas con iguales niveles de ingreso y estructura de consumo
paguen proporcionalmente la misma cantidad de impuestos. Para alcanzar ese
objetivo sin que se deteriore la actividad económica es indispensable que se
adopten medidas que no distorsionen las decisiones de los agentes económicos, minimizándose
así el impacto negativo que tendrían sobre la asignación de recursos
productivos.
En la República Dominicana, el 58% de los perceptores de ingresos
obtiene sus ingresos en actividades informales. Esto significa que operan en un
mundo que no cumple con la legislación impositiva, en particular con el Itbis y
el Impuesto sobre la Renta, sea de personas físicas o jurídicas, colocando la
evasión de esos impuestos por encima del 50%.
La actual administración de la Dirección General de Impuestos Internos
(DGII) ha circulado para recibir comentarios un borrador de Norma General que
tiene como objetivo reducir la evasión tributaria, mediante la captura de base
imponible que se crea informalmente.
Lamentablemente la Norma propuesta por la DGII es altamente
distorsionante y, en vez de mejorar las recaudaciones, las reducirá todavía más.
Esa Norma designa como agentes de retención y percepción del Itbis y del ISR a
las empresas de adquirencia y otros que operan sistemas de pagos electrónicos,
como los emisores de tarjetas de crédito y débito. Para el caso del Itbis la
tasa de retención que se propone aplicar pudiera llegar hasta un 18%, que en
términos reales es mucho mayor que el porcentaje aplicado sobre el valor
agregado de una actividad formal.
La reacción de los comerciantes o personas jurídicas será no aceptar en
sus negocios el pago con tarjetas de crédito y débito. Se volverá a operar únicamente
con efectivo en esos negocios, lo cual reducirá el nivel de bancarización que
ha tratado de elevar las autoridades monetarias por años. Ante ese muy probable
y negativo evento, recomiendo a las autoridades tributarias consultar con el Banco
Central y con la Superintendencia de Bancos.
Una disminución del grado de bancarización implica menor nivel de
actividad económica y, por lo tanto, una reducción del valor agregado, reduciéndose
el nivel de ingreso promedio de la población. Ese resultado implica un aumento
de la incidencia de pobreza y de la desigualdad de ingresos. El impacto de la Norma
elaborada por la DGII sobre las recaudaciones sería negativo, alejándose de la
meta que debería alcanzar la Administración Tributaria.
Si las autoridades desean mejorar las recaudaciones gravando las
actividades informales, lo ideal sería designar como agentes de percepción a
los principales suplidores de bienes de los productos que se venden en el mundo
informal, sin diferenciar por el medio de pago que se utilice. Un interesante
artículo del doctor Andrés Dauhajre hijo, publicado el pasado 19 de junio en El
Caribe, explica cómo hacerlo de manera sencilla, basándose en el artículo 8 del
Código Tributario.
La propuesta de convertir a los principales suplidores en agentes de
percepción, quienes recaudarían de los negocios informales el Itbis y el ISR
que estos deben pagar, permitiría reducir la evasión impositiva, sin provocar
una reducción del grado de bancarización y sin que se destruya valor agregado.
Los diseñadores de políticas públicas deben tomar en consideración que cuando propongan
medidas deben evaluar sus costos y beneficios, por lo cual siempre recomiendo la
aplicación de un riguroso análisis de evaluación de impacto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario