[Escrito el 13 de diciembre de 2022]
Hoy llegaron buenas noticias provenientes de los Estados Unidos. La tasa
de inflación se desaceleró por segundo mes consecutivo, colocándose a noviembre
en términos interanuales en 7.1%. La variación mensual de los precios fue de
0.1%, la tasa más baja desde diciembre de 2021, equivalente a un ritmo anualizado
de 1.2%. El resultado interanual a noviembre contrasta favorablemente con el
9.1% registrado a junio pasado, que fue la inflación interanual más alta desde
noviembre de 1981.
La tasa de inflación subyacente, la que excluye los precios de los combustibles
y alimentos, se situó en 6%. Esa inflación muestra también una tendencia
descendente frente al 6.6% registrado en septiembre, que fue la mayor variación
desde mediados de 1982. El incremento de ese índice de precios subyacente en
noviembre fue de 0.2%, equivalente a una tasa anualizada de 2.4%.
Un dato importante es que la desaceleración de la inflación se explica,
no solo por menores precios de energía, sino también por el descenso de precios
de bienes que estuvieron afectados por la disrupción de la cadena de
suministro, como los vehículos usados. Asimismo, se observa una presión a la
baja de la variación de precios de algunos servicios, lo cual es clave para
mantener sobre una tendencia descendente la tasa de inflación medida por la
variación del índice de precios al consumidor.
Debe destacarse que el mercado laboral sigue caliente. La variación
interanual de los salarios se encuentra por encima del 5%, lo cual se traduce
en un empuje ascendente de los precios de bienes y servicios intensivos en mano
de obra. No cabe duda de que para lograr que la inflación converja a la meta es
necesario que se enfríe el mercado laboral, elevando, lamentablemente, la tasa
de desocupación.
Dado que la meta de inflación es 2%, todavía le falta mucho trabajo por
hacer a la Reserva Federal. El banco central de los Estados Unidos aumentará
mañana 50 puntos básicos a la tasa de interés de política monetaria, la cual
cerrará el año entre 4.25% y 4.5%. Ese aumento representa una reducción del
ímpetu restrictivo de Jerome Powell, quien aumentó 75 puntos básicos en cada
una de las cuatro reuniones de política más recientes. No obstante, los
expertos proyectan con una probabilidad superior a 90% que, a pesar de la
desaceleración de la tasa de inflación observada en dos meses consecutivos, la
tasa de interés de referencia seguirá subiendo el año que viene hasta colocarse
por encima del 5% hacia finales de 2023.
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