[Escrito el 26 de diciembre de 2022]
El año 2022 pasará a la historia como un período económico difícil, durante
el cual quedó demostrado nuevamente que la economía dominicana es muy resiliente.
Dado el entorno internacional, se puede señalar que el desempeño económico de
la República Dominicana ha sido positivo.
El crecimiento del producto interno bruto se situará en el entorno del
5%. Ese resultado significa que, a pesar de elementos que constituyen choques
de oferta negativos provenientes del exterior, como son el aumento de los
precios de los combustibles, el incremento de los costos de los alimentos y sus
insumos y el aumento de la tasa de interés internacional, la economía dominicana
se expandirá muy cerca de su ritmo potencial.
Ese crecimiento económico se explica por la estabilidad macroeconómica,
lograda por la ejecución de una adecuada política monetaria, que permitió al
sector privado aprovechar al máximo la recuperación de las actividades
turísticas y la expansión de la demanda de bienes que exportan las zonas
francas industriales. El elevado nivel de las remesas familiares, que cerrará
el año alrededor de los 9,700 millones de dólares, es otro factor por el lado
de la demanda que facilitó que la economía dominicana se expandiera en 2022.
La política monetaria, ejecutada dentro del marco de metas de inflación,
logró mantener la confianza en el peso dominicano y ancladas las expectativas
de inflación. El aumento oportuno y sostenido de la tasa de interés de
referencia realizado por el Banco Central hasta colocarla en términos reales en
territorio positivo, apoyado por la política de subsidios a los precios de los
combustibles, ha reducido la tasa de inflación de 9.6% a 7.6% entre abril y
noviembre de este año. Y se proyecta que la variación de los precios se coloque
alrededor del 5% a mediados de 2023, siempre y cuando no ocurran perturbaciones
externas adicionales.
A pesar del significativo aumento de las tasas de interés en los Estados
Unidos y del deterioro de los términos de intercambio provocado por el aumento
de los precios de los combustibles, se logró mantener un mercado cambiario sin
volatilidad excesiva. La cotización del peso dominicano frente al dólar exhibe
al 23 de diciembre una apreciación de un 2.5% con relación al 31 de diciembre
del año anterior. Esa apreciación del peso le quitó presión a la inflación
importada, apoyando el ritmo de convergencia de la tasa de inflación hacia su
meta del 4%±1%.
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