[Escrito el 12 de octubre de 2022]
Los Estados Unidos se prepara para intervenir
militarmente el territorio haitiano. El subsecretario de Estado para Asuntos
del Hemisferio Occidental de los Estados Unidos, Brian A. Nichols, visitará hoy
y mañana Puerto Príncipe junto al Teniente General Andrew Croft, Comandante
Militar Adjunto del Comando Sur (SOUTHCOM). Esa delegación, acompañada de
asesores en temas de narcotráfico y defensa, se reunirá con el Primer Ministro
Ariel Henry, el Grupo Montana, líderes del sector privado y grupos de la
sociedad civil para discutir una estrategia que permita mejorar la seguridad en
ese territorio.
La necesidad de desplegar la ayuda necesaria
para enfrentar la propagación del cólera, que el gobierno haitiano no puede
llevar a cabo debido a las acciones de las bandas, será la razón para la
intervención militar. Como mensaje preliminar, el servicio de Guardia Costera
de los Estados Unidos ha enviado un poderoso buque a patrullar las costas de
Puerto Príncipe.
La intervención militar estadounidense
provocará nuevos flujos migratorios desde Haití hacia la República Dominicana.
Esto significa que el gobierno del presidente Luis Abinader debe prepararse
para enfrentar las consecuencias económicas. Los gastos en que incurrirá el
gobierno dominicano serán elevados, no solo por concepto de movimientos de
tropas hacia la frontera y por la compra de los equipos necesarios para un
enfrentamiento adecuado con los miembros de bandas haitianas que pasarán al
territorio dominicano, sino por concepto del incremento de la demanda de
servicios sociales de los haitianos que pasarán irregularmente al territorio dominicano.
En ese contexto quiero recordarles un artículo
escrito por Moisés Naím el 17 de enero de 2010 en el periódico español El País
a propósito del terremoto que afectó Haití ese año. De acuerdo con Naím, Haití
no tenía la capacidad de absorber la abundante ayuda internacional que estaba
llegando. Por eso recomendó que había que ayudar a su gobierno a tener la
capacidad de “ofrecerle los servicios básicos a la población” entre los que
citaba agua, electricidad, salud. Lamentablemente, más de una década después,
Haití está en peores condiciones, pues el control de las calles está en manos
de las bandas y de los narcotraficantes.
Tal como pronosticó Naím en ese entonces, “la
catástrofe de Haití va a estimular aún más la emigración de haitianos a la
República Dominicana, aumentando la presión social y las demandas sobre los ya
desbordados servicios públicos.” Ante esa posibilidad, el escritor venezolano
recomendó a la comunidad internacional que ayudaran a la República Dominicana a
soportar ese tsunami migratorio, que de hecho ha sucedido, pues basta con
pasearse por los centros urbanos o zonas rurales para ver la extraordinaria
densidad de la población de origen haitiano. Espero que ahora llegue esa cooperación.
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