lunes, 15 de noviembre de 2021

Promoviendo la vacunación contra el covid-19

[Escrito el 12 de noviembre de 2021]

El gobierno del presidente Abinader emitió una normativa que restringe el acceso a diversos lugares a las personas que no se hayan vacunado contra el covid-19. Algunas personas se han sentido mal, acusando a las autoridades de instaurar una dictadura sanitaria. Otras, a mi entender la mayoría, aplauden y/o apoyan ese tipo de medidas, pues consideran que tienen el derecho a estar en un ambiente con menor probabilidad de contagiarse de esa terrible enfermedad.

Hay dos maneras de promover la vacunación contra el covid-19. Con el garrote o con la zanahoria. Ambos son incentivos que intentan convencer a las personas a que colaboren con la sociedad y se vacunen. La decisión de cuál tipo de medida tomar depende de la idiosincrasia de la población.

En Singapur, después de haber promovido por las buenas que todo el mundo se inoculase, facilitándole el acceso a la vacuna, ahora pasaron al garrote. En la tierra del gran Lee Kuan Yew, primer ministro de 1959 a 1990, se decidió que el gobierno no cubra los gastos médicos relacionados con el tratamiento contra el covid-19 de las personas que no se hayan inoculado. Aquellos que no se pudieron vacunar por tener contraindicaciones o ser menores a 12 años, seguirán siendo atendidos en los hospitales públicos sin costo alguno.

En Australia, se han ido por la vía de la zanahoria. El gobierno ofreció que todo aquel que se pusiera la vacuna contra el covid-19 recibiría un billete de una lotería, que le permitiría obtener un premio de un millón de dólares. El 9 de noviembre se anunció que una señora se ganó ese atractivo premio. En adición, se otorgaron en octubre 100 tarjetas de regalo con valor de mil dólares cada una.

Otros países han implementado zanahorias menos ortodoxas. En Austria, específicamente en Viena, un burdel ofreció servicios de sauna y acompañamiento por 30 minutos libre de costo, para aquellos que reciban por lo menos una dosis de la vacuna en el establecimiento. De manera simultánea, el gobierno ha aplicado el garrote, pues, al igual que en la República Dominicana, se ha prohibido entrar a lugares públicos a las personas que no estén vacunadas. La justificación es sencilla, la población tiene derecho a vivir en un entorno saludable, que solo se conseguirá cuando se haya vencido el covid-19.

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