[Escrito el 22 de noviembre de 2021]
El presidente Joe Biden no quiere sobresaltos económicos. Sabe muy bien
que la estabilidad macroeconómica es clave para el éxito de su presidencia. Por
ese motivo, ha decidido nominar nuevamente como presidente de la Reserva
Federal a Jerome Powell. Al mismo tiempo, nominará como segunda al mando a la brillante
economista, y actual gobernadora de la Fed, Lael Brainard.
Powell ejecutó exitosamente la agresiva política monetaria que se
necesitaba para evitar que la crisis del covid-19 provocase un colapso económico,
que se hubiese caracterizado por una profunda y larga recesión, elevadísimo
desempleo, una terrible crisis financiera y el desplome de los mercados
bursátiles.
El extraordinario desempeño de la autoridad monetaria durante la crisis
de la pandemia motivó al presidente Biden a declarar hoy: “Si queremos seguir
construyendo sobre el éxito económico de este año, necesitamos estabilidad e
independencia en la Reserva Federal, y tengo plena confianza después de su
prueba de fuego durante los últimos 20 meses en que el presidente Powell y la
Dra. Brainard proporcionarán el fuerte liderazgo que nuestro país necesita.”
El objetivo de Powell y Brainard será asegurar que la tasa de inflación
observada, que a octubre se colocó en términos interanuales en 6.2%, converja a
una tasa cercana a la meta del 2% dentro del horizonte de política monetaria.
Se espera que, cuando la cadena de suministros global vuelva a su normalidad,
el exceso de demanda desaparezca, quitándole presión a la tasa de inflación en
los Estados Unidos y a nivel internacional.
La recuperación de la oferta de bienes permitirá que el retiro del
programa de estímulo monetario de la Reserva sea gradual. Esto implica que no
sería necesario un aumento súbito y significativo de la tasa de interés de política,
evento que impactaría negativamente sobre la recuperación económica.
De acuerdo con el Wall Street Journal, Janet Yellen, secretaria del
Tesoro de los Estados Unidos y quien fue presidenta de la Reserva entre 2014 y
2018, respalda la nominación de Powell. El respeto y la confianza que se ha
ganado el actual gobernador del banco central más poderoso del mundo es clave
para que el equipo económico de Biden lo respalde y se sienta cómodo con su
política monetaria.
La ratificación de Powell, que se espera sea aprobada por el Congreso
sin mayor contratiempo, revela que el presidente Biden quiere que se mantenga
la confianza de los mercados en su política económica. El ahorro, la inversión,
la creación de empleos y la producción se fundamentan en un entorno
macroeconómico estable. Y eso lo asegura Jerome Powell, como presidente de la
Reserva Federal.
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