[Escrito el 25 de junio de 2021]
La vicepresidenta Raquel Peña anunció ayer al
país que se requiere aplicar una tercera dosis de la vacuna contra el covid-19
para reforzar la inoculación. Ella señaló que esa nueva dosis será aplicada a
quienes tengan un mes de haber recibido la segunda y agregó que será de un
laboratorio farmacéutico distinto al que fabricó las dosis anteriores. Dado que
la mayoría ha recibido la vacuna china CoronaVac, sus palabras significan que
la tercera dosis será de la vacuna fabricada por Pfizer o AstraZeneca.
Diversos estudios han demostrado que la vacuna
CoronaVac tiene un bajo nivel de eficacia protectora frente al contagio del
covid-19. En un estudio realizado por un grupo de profesores de la Universidad
de Chicago y otros centros académicos estadounidenses, entre quienes se
encuentra el premio Nobel de Economía, Michael Kremer, se afirmó que esa vacuna
china tiene el porcentaje de eficacia más bajo entre todas las disponibles.
Mientras la vacuna Pfizer tiene una efectividad contra el contagio superior al
95%, la CoronaVac tiene un 51%. Me imagino que esa gran diferencia es la causa
que explica la decisión de las autoridades de aplicar una tercera dosis
distinta a la CoronaVac. La pregunta clave es si esto puede afectar o no la
salud de las personas.
Algunos médicos reclaman más información y
transparencia de parte del Gabinete de Salud. El excelente y reconocido médico
Pedro Ureña afirmó que “no hay data para aplicar una tercera dosis antes de los
seis meses y mucho menos de una vacuna diferente. Si existe algún estudio que
avale esta disposición por favor publíquenlo.” Y concluyó: República Dominicana
no es un laboratorio. Ante esas declaraciones, pienso que al país le convendría
escuchar las opiniones de otros médicos brillantes sobre ese tema, como el
doctor José Joaquín Puello y el doctor Víctor Atallah.
En lo que aparece esa información, quiero
resaltar que, ante la baja eficacia de la vacuna CoronaVac, el gobierno chino
debería darle un descuento de por lo menos un 50% al precio de venta de ese
producto a la República Dominicana. Dado que han llegado casi 10 millones de
vacunas CoronaVac a un precio cercano a los 20 dólares, eso significa que el
país le ha pagado -o le pagará- a China un total de 200 millones de dólares
suma que equivale a 11,400 millones de pesos. Ese abultado precio de la vacuna CoronaVac
contrasta con el precio de la suplida por Pfizer que es de 12 dólares, destacándose
que tiene el doble de efectividad. Mi posición es que a los chinos hay que
darle las gracias, pero al mismo tiempo hay que pedirle un descuento.
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