[Escrito el 22 de septiembre de 2016]
Hoy visité una
sucursal bancaria y el encargado de su seguridad, un querido amigo que le da
seguimiento a mis comentarios en NCDN, me señaló que le había gustado el
discurso del presidente Danilo Medina en la Asamblea General de la ONU. Y tiene
muchas razones para tener esa opinión, pues el discurso fue excelente.
El presidente Medina
señaló que para enfrentar la pobreza “es necesario realizar cambios profundos
en las formas en que se dan los intercambios comerciales...” Afirmó que hay
ocasiones en que los países grandes caen en la hipocresía, pues ejecutan
políticas proteccionistas que deterioraran la capacidad de los países pequeños
de aprovechar sus ventajas comparativas.
A pesar de los
acuerdos de libre comercio, que desmontan los aranceles, se crean medidas no
arancelarias que se transforman en barreras que limitan el comercio de bienes.
Esto reduce el nivel de producción, empleo y bienestar en los países como la
República Dominicana, cuyos mercados se inundan de bienes subsidiados por los
países desarrollados.
“Se quiere que
nosotros, los países en vías de desarrollo, eliminemos la protección a los
bienes industriales, pero ellos no eliminan los subsidios agrícolas,” afirmó el
presidente Medina.
La realidad es que ya
quedan pocos bienes protegidos en la República Dominicana. Incluso hay
sectores, como la industria farmacéutica, que enfrentan una protección efectiva
negativa, pues las importaciones gozan de un mejor trato comercial que la
producción nacional.
Y sobre los subsidios
agrícolas, el primer mandatario les recordó a los Estados Unidos y a la Unión
Europea que estos transferirán subsidios por centenares de miles de millones de
dólares y euros en los próximos cinco años.
Se necesita igualdad
de condiciones en el acceso a los mercados, para que el comercio sea justo.
Esto es una condición indispensable para que se pueda reducir la pobreza de
manera sostenida.
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