[Escrito el 14 de noviembre de 2014]
El Fondo Monetario Internacional le ha
recomendado al gobierno que continúe el proceso de consolidación fiscal. Eso
significa que hay que reducir el déficit público hasta un nivel que permita
disminuir la deuda pública como porcentaje del PIB.
El FMI señala que es mejor aumentar los
ingresos que cortar el gasto de capital. La disminución de este último
provocaría un impacto negativo más acentuado que el que provocaría un aumento
de los impuestos. Esto implica que en el radar del Fondo hay una reforma tributaria
pendiente.
¿Para cuándo se aplicaría esa reforma? Es
muy probable que ese incremento de impuestos sea la primera medida que adopte el
próximo gobierno en 2016. El objetivo sería reducir el déficit del sector
público no financiero, que se proyecta en 2.4% del PIB en 2014, hasta
eliminarlo en 2017.
El sacrificio de la próxima reforma
tributaria, medido en puntos porcentuales del PIB, dependerá del nivel de
déficit público en 2016. Si el presidente Danilo Medina continua mostrando el
mismo grado de responsabilidad fiscal que ha exhibido hasta ahora, que se
manifestó en la disminución del déficit desde un 6.7% del PIB en 2012 a un 2.8%
en 2014, es muy probable que el sacrificio sea de alrededor de 2 puntos del
PIB.
Si la próxima reforma tributaria, la de
2016, elimina el déficit público se iniciaría una etapa de reducción de la
deuda pública, cuyo nivel debería pasar de un 50% del PIB a un 35% del PIB. Al
menos, eso es lo que recomienda el FMI.
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