[Escrito el 3 de junio de 2014]
La enfermedad de la Chikungunya tiene un impacto económico
significativo. La fiebre y los dolores en las coyunturas inutilizan a las
personas y las obligan a guardar reposo, reduciéndose la producción de la
sociedad.
Una persona afectada podría durar hasta cuatro días sin
poder trabajar. Si se asume un salario promedio de 15 mil pesos y una población
afectada de 53 mil personas se estima que se ha destruido valor agregado
directo, representado por salario pagado y no laborado, por la suma de 133 millones
de pesos.
Además, la Chikungunya provoca gastos a las familias y al
sistema público de salud. Por el lado de los hogares, la epidemia de la Chikungunya
que afectó en 2007 al Estado de Kerala en la India, provocó que el 15% de los
afectados más pobres incurriese en gastos directos en salud que representaron
el doble del ingreso familiar mensual. El gasto en medicamentos representó el
47.4% de los recursos pagados por el bolsillo del paciente, el gasto en transporte el 17.2%, los gastos
en consultas médicas el 16.6% y los gastos en estudios clínicos un 9.9%.
La doctora Elena Fernández, directora del Programa de
Medicamentos Esenciales, declaró que esa entidad ha logrado suplir a todos los
hospitales y farmacias del pueblo del país con los medicamentos necesarios para
enfrentar la Chikungunya.
Hasta el día de hoy el apoyo de PROMESE ha
significado una transferencia directa en forma de medicamentos de 21.6 millones
de pesos; recursos que disminuyeron más que proporcionalmente el gasto que hubiesen
tenido que realizar los pacientes más pobres del país.
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