[Escrito el 17 de abril de 2014]
Manuel Valls, el primer ministro francés, declaró que no se
puede vivir por encima de las posibilidades. Y afirmó que hay que disminuir el
ritmo de endeudamiento que tiene atada a Francia, por lo cual anunció la
adopción de medidas que reducirán el gasto público en 50 mil millones de euros
en tres años.
El gobierno no ajustará los sueldos de los funcionarios
públicos y congelará las pensiones y las prestaciones sociales hasta 2015.
Además se tomó la decisión de ahorrar hasta 10 mil millones de euros en los
servicios de salud dentro del sistema de seguridad social. Y se anunció la disminución de la nómina del
Estado, con excepción de educación, justicia y seguridad.
La meta es reducir el gasto que representa el 57% del PIB y,
en consecuencia, disminuir el déficit que alcanzó un 4.3% del PIB en 2013.
Cabe recordar que esas medidas son parte de un Pacto de
Responsabilidad y Solidaridad anunciado a finales del año pasado por el presidente
François Hollande. Este tiene como meta reducir los costos de la seguridad
social que pagan las empresas con el objetivo de elevar su competitividad y
capacidad de crear más empleos.
Esa nueva política económica contrasta considerablemente con
la expansión del gasto público que ejecutó al inicio de su gestión el
presidente Hollande. Parece ser que ya se percató de que ningún país puede
vivir, indefinidamente, por encima de sus posibilidades.
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