[7 de enero de 2014]
El presidente François Hollande ha prometido estimular la
economía francesa con el objetivo de acelerar el ritmo de crecimiento, que en
2013 fue de apenas 0.2%, y reducir la tasa de desempleo actual de 11%. Para
alcanzar esos objetivos Hollande señaló que reducirá los impuestos, recortará
los gastos públicos y disminuirá los costos laborales.
Esa propuesta deja claro que la nueva estrategia se
fundamenta en la expansión del sector privado. Hollande propuso al empresariado
un “pacto de responsabilidad,” el cual incluirá medidas que mejorarán la
competitividad de los negocios a través de la reducción de los costos
laborales. Como contraparte, los empresarios se comprometerían en ese pacto a
crear más empleos.
El gobierno también reducirá los impuestos, los cuales
representan en la actualidad el 46% del PIB. Esa decisión significa un cambio
de dirección en la política fiscal, pues en 2012 se registraron incrementos en
las principales figuras impositivas, entre las que se incluyó un aumento de 3
puntos porcentuales en la tasa intermedia del Impuesto al Valor Agregado.
Para evitar que la reducción de la presión tributaria
incremente el déficit público, Hollande afirmó que reduciría el nivel de gasto
público en 50 mil millones de euros en los próximos tres años. Con esa medida
se busca reducir el déficit público actual de 4% del PIB y dejar que sea el
sector privado el que acelere el ritmo de crecimiento económico, que se espera
alcance un 1% en 2014.
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