La recesión económica se caracteriza por menores beneficios
y empleos. El efecto inmediato de la recesión es la incapacidad de los agentes
económicos de poder cumplir oportunamente sus obligaciones financieras. La
recesión aumenta la cartera morosa de la banca y la obliga a incrementar las
provisiones para enfrentar un mayor número de incumplimientos.
El caso de Italia es ilustrador. El descenso económico que
ha afectado la economía italiana en los últimos 2 años se ha traducido en un
incremento sostenido de la cartera morosa, situándose al inicio de 2013 en un
14.2% del total de préstamos. Ese dato contrasta considerablemente con el nivel
normal de 3% que existe en economías con un adecuado nivel de actividad
económica y empleo.
Los expertos afirman que el deterioro de la cartera de
préstamos se debe a las dificultades que enfrentan las pequeñas y medianas empresas
en diversos sectores productivos, específicamente en construcción.
El deterioro de la cartera de préstamo llevó al Banco de
Italia a solicitar a los bancos un aumento de su capital en 4,500 millones de
dólares. Y simultáneamente ordenó la realización de auditorías a los
principales 20 bancos para determinar si las cuentas morosas son superiores a
lo reportado al organismo supervisor.
Esa situación que está viviendo Italia, y otros países
europeos como España, es una lección para las autoridades dominicanas. Hay que
evitar situaciones recesivas que perjudiquen la capacidad de pago de los
agentes económicos.
No actuar a tiempo significa enfrentar un mayor costo en el
futuro.
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