miércoles, 1 de mayo de 2013

El lado doloroso del ajuste fiscal


El ajuste fiscal es socialmente doloroso, pues produce desempleo y pérdida de bienestar. Ese tipo de ajuste es necesario cuando la economía presenta déficits en sus cuentas fiscales y externas, situación que significa que la población ha estado viviendo por encima de sus posibilidades. 

Latinoamérica se hizo experta en esos ajustes durante los años ochenta. 

En el siglo XXI, el caso de la zona euro es ilustrador. La política de austeridad, como se denomina a la reducción del gasto público y al aumento de los impuestos, ha reducido la actividad económica y el empleo en esos países.

En efecto, la tasa de variación del PIB real de la zona euro esperada para 2013 es de -0.3% y la tasa de desempleo actual ha subido a un 12.1%, resaltando los casos de Grecia, 27.2%; España, 26.7%; y Portugal, 17.5%.


Mientras, la tasa inflación para 2013 será de apenas 1.2%. Ese dato revela que existe un amplio margen de maniobra para poder ajustar las cuentas externas mediante la depreciación de la moneda. De hecho, se estima que el euro tiene casi un 12% de sobrevaluación con relación al dólar.

Si esos países europeos hubiesen devaluado su moneda el ajuste económico hubiese sido menos doloroso, pues una  parte de la corrección de los desequilibrios fiscales y externos se hubiese logrado vía la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

 La ventaja de la depreciación de la moneda es que la economía se hace más competitiva,  aumentan sus exportaciones y se reducen las importaciones.

El incremento de la producción doméstica destinada a los mercados internacionales amortiguaría el efectivo negativo que la recesión interna produce sobre el empleo.

Ese mayor ritmo de crecimiento económico se traduciría en recaudaciones tributarias más elevadas y, en consecuencia, se lograría disminuir el déficit público sin que el desempleo suba a niveles socialmente inaguantables.

Si el Banco Central Europeo entiende este mensaje debería reducir sus tasas de interés a la brevedad posible y dejar que el euro pierda valor. Para mí, es mejor recibir un salario con menor poder adquisitivo que estar desempleado.

Nota ampliatoria: El día 2 de mayo el Banco Central Europeo redujo su tasa de interés de política monetaria de 0.75% a 0.5%. La siguiente gráfica la tomo de El País.



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