El
año 2011 terminó con la aprobación de un préstamo de 200 millones de dólares
para el sector eléctrico. El año 2012 se inicia con la aprobación de un
préstamo de 70 millones para el Gabinete de Solidaridad. Dos préstamos con
tasas de retorno inferiores a sus respectivas tasas de interés. Por tal motivo,
ambos financiamientos son elementos de un proceso de endeudamiento público
insostenible.
El sector eléctrico dominicano está
en quiebra. Ninguna empresa con un déficit anual superior a los 1,000 millones
de dólares es viable financieramente. Las tres empresas distribuidoras de
electricidad sólo cobran alrededor de la mitad de la energía que se les vende.
En consecuencia, para evitar que todo el sector eléctrico colapse, el gobierno
–léase el pueblo dominicano- debe transferirle anualmente un subsidio de 900
millones de dólares. Ante esa situación
financiera de las distribuidoras, puede afirmarse que los préstamos que está
tomando el gobierno para ese sector no podrán pagarse con el flujo de efectivo
generado por las actividades eléctricas. La única forma de pagarlo sería a
través de las finanzas del Gobierno Central.
La sostenibilidad de un proceso de
endeudamiento implica que el valor presente del flujo de efectivo que se genere
en el futuro sea igual a la deuda actual. Un ejemplo. Si usted tiene un balance
deudor en su tarjeta de crédito de 100 mil pesos, la única manera de pagarlo es
si usted tiene un flujo de ingresos que supere a sus gastos en los próximos
meses. ¿En qué magnitud debe superarlo? En la magnitud suficiente para que el
valor en pesos actuales de ese superávit sea exactamente igual a los 100 mil
pesos.
El gobierno dominicano en los
últimos 4 años ha presentado, en promedio, un déficit anual que supera los 50
mil millones de pesos. De hecho, el 2011 cerró con un déficit superior a los 60
mil millones de pesos, debido al desbordamiento del gasto público. A pesar de
cinco reformas tributarias, el gasto público descontrolado ha provocado que la
deuda pública haya pasado de 9,700 millones de dólares a 23,000 millones de
dólares entre 2004 y 2011. Nunca antes un gobierno se había endeudado tanto en
tan poco tiempo. Ni siquiera aquellos repletos de políticos
irresponsables, incapaces y corruptos de
finales del Siglo XIX.
Ese déficit significa que –de
continuar ese balance de las finanzas gubernamentales- el endeudamiento público
sería insostenible. He dicho que para que un endeudamiento sea sostenible el
valor presente del flujo de ingresos superavitarios debe ser igual a la deuda
actual. ¿Y cuál es el valor presente de un déficit público? ¡Una mayor deuda! Y
se sabe que no es posible –por lo menos indefinidamente- pagar deuda con mayor
deuda, por lo tanto, el balance actual de las finanzas públicas es
inconsistente intertemporalmente e incompatible con la estabilidad
macroeconómica de largo plazo.
El próximo gobierno deberá modificar
la actual política fiscal. Tómese el caso de España. La nueva administración
acaba de afirmar que el déficit público era mayor que el que decía el gobierno
anterior (8% versus 6% del PIB) y, en consecuencia, aplicará una política de
austeridad y de aumento del impuesto sobre la renta.
En el caso dominicano elevar más las
cargas tributarias produciría la contracción de la economía y la quiebra de
muchas empresas. Por tanto, el próximo
gobierno deberá aplicar una política de austeridad en el gasto. Las nuevas
autoridades deberán modificar la estructura de despilfarro y corrupción que
recargan actualmente las finanzas públicas. Sólo así se colocará el balance de
las finanzas públicas en un nivel que haga que el endeudamiento público sea
sostenible en el largo plazo. De esa manera la estabilidad macroeconómica
estaría asegurada.
Excelente artículo, muy explicativo y se entiende fácilmente para todo el mundo. Usted sabe de eso! jajaja
ResponderEliminarSu amigo Juan Jose Escobar