Frente
al Statu Quo
19/9/2011
El gobierno del Presidente Fernández
es el más despilfarrador de 142 países evaluados por el Foro Económico Mundial.
Y lo dice también la Embajada Americana: “Leonel Fernández reparte Estado como
botín y malgasta los recursos.” Por eso molesta cada vez que los funcionarios
gubernamentales promueven o adoptan medidas que obligan al pueblo a pagar más
impuestos.
El Fondo Monetario Internacional
afirma que el gobierno de Fernández se quemó en materia del control financiero
del Estado. Por un lado, el desbordamiento del gasto público provocó que no se
cumpliera con la meta para el déficit del sector público consolidado. Por otro
lado, la ineficiente gestión comercial impidió -a pesar de un reciente aumento
de un 20% de la tarifa de electricidad- que se alcanzara la meta del
déficit (y subsidio) del sector
eléctrico.
Ante ese despilfarro de recursos, el
FMI le recomienda al gobierno “algunos afinamientos adicionales en las
políticas…” Entre líneas se lee en el texto del Fondo: se recomienda un nuevo
aumento de la tarifa de electricidad y un incremento de los ingresos
tributarios.
El gobierno se comprometió a
establecer en septiembre la tarifa técnica de electricidad. Eso implicará un
aumento del costo de la energía eléctrica que oscilará entre un 15% y un 20%. Ese
compromiso está escrito en la Carta de Intención firmada por los principales
funcionarios del equipo económico del gobierno.
El Presidente Fernández también ha
dado instrucciones para que se adopten medidas que eleven las recaudaciones
tributarias. La manipulación semanal de los precios domésticos de los
combustibles, con un marcado sesgo ascendente, es el resultado de esa
ordenanza.
Asimismo, la Norma General No.
13-2011 de la Dirección General de Impuestos Internos es otro ejemplo. Esa
Norma designa a las entidades de intermediación financiera como agentes de
retención cuando efectúen pagos por concepto de intereses de cualquier
naturaleza a las personas jurídicas en general. Esa decisión de la DGII es
ilegal porque viola el artículo 309 del Código Tributario, que establece
explícitamente que las entidades financieras no puedan ser agentes de retención
de los intereses percibidos por las personas jurídicas. Además, la Norma No.
13-2011 viola el secreto bancario que establece el artículo 56 literal b de la
Ley Monetaria y Financiera.
No es justo que el pueblo dominicano
tenga que pagar, con mayores impuestos y deuda, el despilfarro de uno de los
gobiernos más corruptos de la historia nacional.
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